El Fuego no entiende de crisis
De La Comarca del viernes
Sobrecogidos y preocupados como hemos estado estos días por el gran incendio forestal de Castanesa, y viendo que el fuego aparece demasiado pronto (es invierno) recuerdo el primer aniversario de un fatídico accidente de helicóptero.
El lunes 19 de marzo, se cumplirá un año de la tragedia aérea que terminó con la vida de 6 de los miembros de la brigada antiincendios de la Cuadrilla Helitransporta de Alcorisa. Aquel día Angus, José Ramón, Francisco Javier, Rafael, Esteban y Albert nos dejaron para siempre cuando se dirigían a extinguir un incendio. Será una tarde que no olvidaré nunca. Recuerdo la mesa puesta en el comedor de la base, esperando el regreso de aquellos chavales que ya no iban a volver. Ellos ya no pueden socorrernos, pero ahí están sus aguerridos compañeros, que se la juegan todos los días; todavía es invierno y ya hemos oído hablar de demasiados incendios, ya los hemos tenido en Híjar y Arens. Sabemos que las imprudencias están detrás de muchos de estos fuegos que ponen en riesgo la vida de los demás. Los miembros de las brigadas antiincendios saben de ese peligro y lo afrontan, y por ello debemos mostrarles nuestro reconocimiento cada día.
Cuando todo se recorta, y ante el invierno más seco de los últimos 50 años, no podemos permitir que los operativos también sean objeto del tijeretazo que asola al país. Este invierno y gracias a la dichosa tijera no se han podido realizar las tareas de limpieza como en años anteriores. Es por ello por lo que ahora no se debe ni puede escatimar medios. No se puede apagar el fuego en precario, con brigadas a las que se contrata por 4 meses. Se intuye una primavera/verano muy complicada, y los medios son escasos. A la memoria de quienes nos dejaron luchando contra el fuego, les debemos todo nuestro apoyo, y un no rotundo a los recortes. El fuego no entiende de crisis.
P.D. Que desde un despacho del gobierno, se decida que los Agentes de Protección de la Naturaleza no podrán hacer más de 40 km al día, es un despropósito, una barbaridad. Pero cómo es posible que se llegue a ese extremo de sandez.
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