Empezar la casa por el tejado

 

Mi columna del viernes en La Comarca

Una de las cosas que forman parte de la sabiduría popular es lo de empezar las cosas sobre una buena cimentación. Esa es la base para que se pueda desarrollar todo, y parece ser que aquí nos empeñamos en no hacer caso de lo que nos enseñan nuestros ancestros. Son varios los ejemplos que podemos poner, pero quiero centrarme en el tema del ocio, porque parece ser que es el eje en torno al que han decidido que pivote el futuro de la provincia.

Este año que ha nevado como antaño, las pistas de esquí turolenses han estado a rebosar en todos los sentidos. Pero hete aquí, que como la caprichosa meteorología ha querido que nevase en fin de semana, sin atender al aluvión de visitantes que se acerca esos días. Que cosas que la nieve que es lo que da sentido a la existencia de las estaciones, se haya acabado convirtiendo en ocasiones en su principal enemigo. El colapso en los accesos es continuado y la gente pasa más tiempo intentando llegar e intentando salir, que disfrutando del esquí, y eso traslada una pésima imagen de Teruel. De aquí al día que contemos con unos buenos accesos, es casi seguro que no nevará tanto como ahora, y de poco servirán, la gente ya se habrá marchado.

Lo mismo nos pasa con el otro sancta sanctorun del futuro de Teruel, la Ciudad del Motor, también llamada Motorland (manda narices que abominemos una rotulación bilingüe en los pueblos de la franja, y en cambio no tengamos empacho en usar anglicismos como marca de calidad). Aquí nos encontramos otra vez con el problema de los accesos. Ya sabemos los atascos que se montan por estos pagos con la Semana Santa, y eso que se diversifican los destinos. No quiero imaginar lo que sucederá el día que lleguen las World Series (entre otras cosas). El caos puede ser antológico. Es difícil saber como se va a meter a la gente allí, y lo que es peor, cómo va a salir llegado el momento.

 Lo dicho que seguimos haciendo las cosas igual de mal, empezando la casa por el tejado y así nos va.