La hermandad del tambor

Aunque ni siquiera he tenido tiempo de recuperarme, y pese a la distancia que me tiene lejos del país en tierras sardas, no renuncio a dejar aquí mi columna de la semana pasada, que va sobre lo que más y mejor luce en estos días, le pese a quien le pese, y sobre todo a pesar del tiempo. Se lo dedico a todos los que compartimos la noche del sábado, genial y e inolvidable.

Salud y Tambores hermanados

 

Ahora que estamos sumidos en plena vorágine tamborilera, me gustaría aprovechar la ocasión para felicitar a todos los organizadores y voluntarios que participaron de las Jornadas Nacionales del Tambor y el Bombo en Andorra. La organización y el trato dispensado a los asistentes fue impecable, y pudimos disfrutar tocando en compañía de amigos y amigas, unidos por esta pasión tan nuestra. Seguiremos este fin de semana en Alcorisa, y acogeremos con los brazos abiertos a todos los participantes.

Es un gustazo indescriptible el juntarte con la gente de cualquiera de los pueblos allí presentes, saludarte un año después, y hacerlo sin soltar el palillo o la maza. Esa amistad tamborilera, forjada a golpe de jornadas, de convivencias, solo es comprensible entre los miembros de esta peculiar Hermandad del Tambor. Solo así se explica el buen rollo, el ambiente cordial y de camaradería que se destila en estos encuentros.

La idea de la Ruta es una de esas cosas que vale la pena, y más en estos tiempos en los que la tiranía fronteriza de las comarcas, pretende imponerse sobre todo. Una entidad que agrupa a diferentes municipios, a lo que une la pasión compartida por el tambor y el bombo, merece mi admiración y mi respeto. Que no haya más frontera que la que impone el calendario a la hora de tocar, que ninguna ley impuesta reglamente esa unión entre pueblos hermanos, es algo insólito en estos días.

Vivimos y compartimos la Hermandad del Tambor, por encima de ideas y de siglas, ataviados con las túnicas, tocando sin descanso, porque así lo sentimos. Así se demuestra estos años en cualquiera de los pueblos que organiza la convivencia de la Ruta o las Jornadas Nacionales. Porque la soberanía de nuestros nueve municipios, residirá estos días únicamente en el tambor y el bombo, le pese a quien le pese, y por mucho convidado de piedra que haya. Tanto es así que los políticos honrarán a los suyos con el Premio Redoble, y los tamborileros a los nuestros con el “Tambor Noble”. En Alcorisa este año recaerá sobre Lucidio Gracia y Andrés Rillo, a ellos van unidos mis recuerdos tamborileros y mis noches de Rompida, y por ellos me alegro, se lo merecen. Enhorabuena y que suenen los tambores.