Viajando por tierras checas...
Van pasando los días, y aquí seguimos entrando en el otoño a ver con que nos deleita la estación, que espero que sea con lluvias y con setas, lo propio del tiempo vamos.
La semana pasada nos tocó viajar al corazón de la República Checa, al Geoparque Bohemian Paradise. Al final acabaré por cogerle cariño a ese país, en el que ya he estado en 4 ocasiones. La gente se piensa que tenemos mucha suerte por aquello de viajar tanto, pero no es lo mismo viajar por trabajo, que hacerlo por placer, ni de casualidad. Las interminables jornadas de debate y lo ajustado de los programas te lo hacen todo más duro. Lo mejor es la gente, el contacto con las personas y alguna que otra visita de interés.
De este viaje con mi compañero y amigo Jorge Abril, mi inseparable "partenaire" en esto de rondar por el mundo, nos quedamos con el regreso desde el corazón de Chequia, a bordo de un tren diesel , de esos que tienen un rancio sabor soviético, como todas las estaciones y edificios públicos del interior del país, moles de hormigón ennegrecidas, que rezuman comunismo por los 4 costados. Allí, el traquetreo de nuestro desvencijado vagón, se acompañaba de los ronquidos de un militar borracho que se tumbó a nuestro lado, y los de otro de sus compañeros, que le respondía con un tono aún más alto, justo en el asiento contiguo. Aquella sinfónia coral, es la que nos despidió al descender en la estación de Praga. Cuando el tren se detuvo, solo persistieron los ronquidos de aquellos dos mastuerzos checos, más rudos que un Kalasnikov, y a quienes nada parecía importunarles en aquellos momentos..."angelicos" que dicen en mi pueblo.
La foto que dejo es con los amigos del Geoparque del Sobrarbe, Ana, la gerente de la Comarca, Joan Poch, el Geológo de referencia para aquellos, y nosotros, los chicos del Maestrazgo.
2 comentarios
Ángel -
Y eso de que te recojan a las 8 de la mañana, y te devuelvan al hotel a las 12 de la noche, se hace cansao
Mestizo -