HABITAT DISPERSO Y DESARROLLO RURAL

Pues aquí presento mi último trabajo, la coordinación de las Actas del II Coloquio sobre Hábitat Disperso y Desarrollo Rural, que tuvo lugar en Cantavieja en 2006, y que por fin ve la luz, y eso que ya lo presentamos en Puertomingalvo. Es el fruto de un esfuerzo compartido, una obra coral entre ADEMA y CEDDAR, con Carlos Serrano, ese hombre sencillo y abengado como interlocutor y siempre amigo. Este libro es la evidencia de un compromiso para con una tierra y con sus gentes. Es la apuesta de la Asociación para el Desarrollo del Maestrazgo por su comarca y por su patrimonio. Este libro y los coloquios en torno al Hábitat Disperso nacen por la necesidad de reivindicar y poner en valor lo propio, ni más ni menos que eso. Los contenidos valen la pena, contamos con autores de primera línea y el aval científico de esta publicación es incuestionable.

Dejo aquí el agradecimiento que plasmé en el prólogo, y con ello podrá quedar todo dicho, pero mi principal agradecimiento es a mi gente y por encima de todo a Natalia. 

Este trabajo está dedicado a quienes sobreviven a la modernidad, abrazados a un modo de vida ancestral y en plena armonía con el medio. A aquellos que nos honran con su saber y con su hospitalidad, asomados al mundo desde la soledad de sus masías.

El coordinador y los editores de este libro desean manifestar su agradecimiento, además de a las entidades patrocinadoras y colaboradoras en la edición, a las instituciones y personas que participaron y contribuyeron al éxito del II Coloquio “Hábitat Disperso y Desarrollo Rural”:

Ayuntamiento de Cantavieja, Comarca del Maestrazgo, Ponentes, participantes en la mesa redonda y a todos los asistentes. Equipo técnico de ADEMA (Fernando Romero, Jorge Abril y Víctor Guiu)

 Y muy especialmente, a quienes con su trabajo y empeño se resisten a que este saber y vivir ancestral caiga en el olvido. A quienes por desgracia no volverán a sentir los bureos, y a los que todavía mantienen viva la tradición y logran sobrecogernos el alma.