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Entalto Aragón

ESTAMOS EN CRISIS

Mi columna del viernes en La Comarca

Pues sí, aunque algunos digan lo contrario estamos en crisis, económica por supuesto, que no lingüística, ya que por obra y gracia de la política, la gramática española se muestra con todo su esplendor, los sinónimos cobran vida en la crisis, con la  desaceleración, el retroceso, freno en el crecimiento, la contingencia desfavorable y podríamos seguir hasta el infinito (Ahora yo, hasta lo eterno, lo imperecedero, hasta…)

El caso es que el ciudadano de a pié va cada día con el cinturón más apretado, mientras que, paradojas de la vida, los ricos son más ricos. No me extraña, llega Emilio Botín y dice que lo de la crisis es una milonga, que ellos en el Banco Santander van a embolsarse 10.000 millones de euros en beneficios, y no me extraña al precio que ponen el dinero. Eso que debería de avergonzar a cualquier político cabal, se usa para decir que los síntomas no son tan agudos, que el crecimiento será menor del esperado, pero será crecimiento al fin y al cabo. Tampoco me sorprende que a ello contribuyan además de los bancos, las compañías petroleras que nos asfixian con sus precios. Suerte que nuestros males se solucionarán ahora que el PP ha regresado de su viaje más centrado, y hará oposición por un tubo.

Y entre tanto a los políticos de la UE se les ocurre recortar las libertades de los ciudadanos con una directiva sobre el internamiento y la expulsión de irregulares, que ríete tú de las de la extrema derecha. A esos mismos políticos comunitarios se les ha ocurrido aumentar la jornada laboral hasta las 65 horas semanales, y de paso pensar en cobrar por recibir llamadas al móvil, normal si no te va a quedar tiempo de telefonear a nadie con tanto trabajar. Pues que maravilla, y es que el otro día escuchando a Joaquín Almunia en Zaragoza, daba la impresión de que ni estas directivas, ni el Banco Central Europeo, ni las subidas de los tipos de interés tengan que ver con Europa, que solo importa lo que han dicho los ciudadanos irlandeses, que estaban encantados ellos con un panorama tan alentador.

Pues eso, que radiografías a parte la desaceleración lleva consigo gestos, y uno de ellos es la congelación de los sueldos de los altos cargos políticos, menos mal. Pregunta maliciosa que se hacía mi amigo Jorge, ¿Se los congelarán también nuestros políticos comarcales?

 

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