ES CUESTION DE CLASES
Reproduzco mi artículo del viernes pasado en La Comarca.
A los privilegiados habitantes del medio rural, que nos pasamos la vida reclamando que no se nos olvide, demandando esta o aquella obra, alguna que otra migaja inversora, o simplemente un poco de atención, nos toca padecer a diario todo tipo de agravios.
Somos víctimas de la dictadura del monopolio, condenados de por vida a pagar a la misma compañía telefónica, eléctrica o gasística, eso sí, sin disfrutar de sus “maravillosas” promociones, que solo pueden prestarse en las grandes ciudades o en otras áreas geográficas, porque “nuestra empresa no presta ese servicio en Teruel”. Por poner un ejemplo, disfrutar de una oferta conjunta de teléfono + ADSL es una quimera en alguno de los “lejanos” pueblos de Teruel. Así que además de no poder disfrutar nuestro “derecho” a una oferta libre de mercado, tenemos que tragar con las tarifas convencionales, las más abusivas. A algunos ciudadanos de nuestras comarcas, les imponen el monopolio del móvil, y tienen dos opciones o pasan por el aro de la compañía que hegemónicamente gestiona la señal del municipio de turno, o no pueden usar su teléfono. Los hay que a pesar del “interés general” que se pregona, tampoco pueden disfrutar de toda la parrilla televisiva, y lo mismo pasa en ocasiones con las señales de radio.
Claro que como es cuestión de clases pagamos el doble que los urbanitas por los servicios básicos, y tenemos que dejar nuestros pueblos para ir a estudiar a las ciudades. Eso sí, a nuestros pobres agricultores y ganaderos, los que han optado por quedarse aquí pagando a la misma compañía de teléfonos, con el mismo butano y en peores condiciones, hace 25 años que les pagan el mismo dinero, por una oveja o un kilo de cebada que al final, algunos despabilados y sin mancharse las manos, venden por 30 veces más.
El peso poblacional lo es todo (lastima de nuestro Estatuto), para el teléfono, para la tele, para la luz, y para el agua, por supuesto. Como somos pocos y pintamos aún menos, habrá que ir pensando que entre las competencias del recién creado Ministerio de Igualdad, se contemple la de legislar para evitar estos agravios y se luche para que todos seamos iguales. Y es que o se ponen las pilas, o en Teruel nos quedaremos como una reserva del pasado, y aquí la “brecha digital” será barranco, porque no lo olviden siempre ha habido clases…
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