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Mis Carreras

I TRAIL CUEVA FORADA DE OLIETE

I TRAIL CUEVA FORADA DE OLIETE

 El 27 S no sólo era el día de las elecciones catalanas. Para algunos aficionados a las carreras de montaña, era la primera edición del TRAIL CUEVA FORADA de Oliete. 

 Con la rutina mañanera de siempre, buen desayuno, preparación de la bolsa, vuelta por aquí, por allá, y a las 8.15 mi hermano y Lorena me recogen en casa. Rumbo a Oliete. Llegamos a la salida, recogemos los dorsales y vamos saludando a los amigos que nos damos cita en la prueba. Reparto propaganda del MAESTRAIL y nos vamos a tomar un café. cada vez estoy más tranquilo en estos lances.

 A las 9.25 las fotos de rigor entre los alcorisanos, y todos a la línea de salida. Una lástima que estuviésemos sólo unos 60. Yo ya había quedado con mi amigo Santi Marzo para ir juntos; comienza la carrera y compartimos el primer kilómetro la corta y la larga; le digo a mi hermano que tranquilo, que vaya a lo suyo y que disfrute de la experiencia. A la postre y en su primera experiencia trailera fuera de Zoquetes y Maestrail, acabó 5º. Enhorabuena Daniel, te va a picar el gusanillo...

 Los demás alcorisanos Chusta, Luis Palos y los hermanos Alberto e Iván López siguieron hacia delante. Nosotros a marcha "perkins", porque todos hablaban de una carrera de casi 4 horas! Yo pensando en otras de mayor desnivel que había corrido pensaba en hacerla en 3´30, más o menos. 

 Lo primero fue subir unos cabezos, monte a través, una sucesión de ellos, hasta llegar a un tramo de senda por pinar muy majo. Un poco de descenso y llegamos al cauce del rio seco, en el que pudimos apreciar lo brutal que tuvo que ser la trágica avenida del 2012; primer avituallamiento de agua; bebemos y seguimos corriendo por un tramo de relativa dificultad técnica por aquello de las piedras. Iniciamos después un ascenso por un tramo de pista, y al coronar el cabezo llegamos a otro avituallamiento; como un plátano, bebo y seguimos a la marcheta. Vamos un grupete de 4 y Santi y yo no paramos de cascar en todo el rato. Buen descenso por pinar y antiguos bancales, estiramos otra vez la zancada y llegamos al rio;  nos dicen que hemos de subir al Malvín; desde abajo se ve imponente, enorme. He de decir que yo llevaba bastones, porque corro muy cómodo con ellos, me van bien y me dan seguridad. Empezamos el ascenso al Malvín, monte a través puro y duro; la falda aún va, pero luego la cosa se empina más, y nos damos cuenta que hacían falta algunas cuerdas. Tal vez ese sea el único pero a la prueba. Nos cuesta un rato coronar el dichoso monte, pero vale la pena la vista, porque la altura empequeñecía al embalse de Cueva Forada. Allí arriba estaba el amigo Mariano Bes haciendo fotos. 

  El descenso es muy, muy técnico, y yo me doy un costalazo sin consecuencias; los de delante, tres en concreto se pierden, no ven las marcas; les llamamos, pero sólo uno se percata. Seguimos cuesta abajo hasta llegar a la zona de la presa, donde hay otro avituallamiento. Hacemos grupo de tres con Santi y otro mozo de Montalbán. Subimos de nuevo otra cuesta, y vamos corriendo en torno al pantano.

  Llevamos unos 14 kilómetros y yo la verdad es que me siento genial. Nos acercamos a Oliete, y cogemos un sendero muy majo que bordea el reloj solar, y va dejando el pueblo a un lado. 

  Nueva subida a lo que se intuye como el último obstáculo y ya vamos por el 18. Cresteamos un poco e iniciamos otro descenso técnico de los muchos que había, y que tan bien se indicaban. Llegamos al último avituallamiento y lo que tenemos es todo cuesta abajo. El chico de Montalbán se queda atrás, yo no quiero ni beber, tengo prisa, y le digo a Santi que quiero llegar en menos de 3´25. Santi es un máquina, como regula el tío. Iniciamos el descenso y veo que cumplimos el objetivo, así que entramos en el pueblo, bordeamos de nuevo el rio y nos vamos a meta.

Objetivo cumplido en 3´22. Muy contento, muy bien y sobre todo con inmejorables sensaciones. Ahora por los Zoquetes!

De diez la organización, y sobre todo hay que apoyar a los pueblos pequeños que tanto se lo curran. 

MARATÓN DE LAS TUCAS 2015. MI CRÓNICA

MARATÓN DE LAS TUCAS 2015. MI CRÓNICA

El Gran Trail del Aneto forma parte de muchos imaginarios, es la fiesta de las Carreras de Montaña, la “Quebrantahuesos” de los traileros. Hablamos de 5 recorridos, de un escenario majestuoso, imponente.

Por tercer año consecutivo volvía a Benasque, solo que esta vez no iba con Natalia y los niños; afrontaba la aventura en “solitario”, aunque con muy buena compañía. Tras afrontar los dos años anteriores como el único alcorisano (excepción hecha del amigo Chusta el año pasado, aunque él en la Vuelta al Aneto), esta vez venían los hermanos José Manuel y Carmelo Peralta, Jesús Ángel Navarro, Luis Palos y mi primo Ignacio Hernández.

El viernes llegué muy justo de tiempo, así que recogí mi dorsal, chequearon la mochila, y me fui a cenar con mi amigo Chusé (Que me acogía en su casa) y otro corredor, Alberto, que corría la Vuelta.  Esa noche quise estar en la salida de la Ultra, y animar a Daniel Ayala, ese “animalico” del GAMTE que debutaba en la ultra distancia. Que pasada, que emoción de salida. Por allí aparecieron más caras conocidas, Victor Troncho y sus compañeros de Calanda, mi amigo Mariano Secanella y su familia (fijos a la cita), y entre el público el grande entre en los grandes, Luis Alberto Hernando.

Me acosté tranquilo, y a las 6.30 me desperté; ya no había vuelta atrás; remoloneo, desayuno, y a prepararlo todo. Las previsiones de frio hicieron que llevase mucho material por si acaso, y al final desistí de llevarlo, me puse la ropa que tenía previsto, me colgué la mochila tras revisarlo todo mil veces y salí a la calle a reunirme con la expedición de Alcorisa Fondistas. Coño! el DNI…lo había olvidado en el piso, “iros que os alcanzo”. Cojo el DNI y regreso a la avenida, voy a beber agua y “joder! He olvidado los dos bidones!” vuelta al piso…llego y son las 8.40 hay mucha gente, ambientazo. Nos hacemos fotos, saludas a la gente que conoces, veo a mi amiguete Alberto Iranzo…nos animamos, bromeamos. Falló el speaker de los años pasados, que calentaba como nadie el ambiente, pero no podía estar. Todo listo, 1 minuto y al lio!!

Salimos entre aplausos y gritos de la gente que ocupa la Avenida los Tilos, ponemos rumbo al refugio de Estós. Por el camino y en los 3 primeros kilómetros muy buen rollete, bromas, charradas…y yo empiezo a sudar muy pronto; sentía la humedad que había dejado la tormenta, y estábamos por encima de 15 grados. Era evidente que mis compas Fondistas estaban más fuertes que yo, de hecho lo son. Yo aguantaba haciendo la goma, llevaba los bastones, andaba en las cuestas, y me iba uniendo con uno y otro; fotos y charradas, pero no tenía buenas sensaciones. Seguimos avanzando, y me quedo unos metros atrás hasta que llegamos a Estós; estaba muerto de sed, como bastante, bebo y sigo sudando; José Manuel se dio cuenta y me lo dijo; todos me preguntaron que como iba, y lo cierto es que no iba bien. Yo les decía, “marchar tranquilos, no quiero ser lastre”. Fueron 10 minutos de parada y en marcha, comenzaba la parte más dura; fui relativamente cómodo hasta el Ibonet de Batisielles, buenas sendas, correderas; perdí el contacto visual con los de delante, y mi primo Ignacio iba por detrás. En el Ibonet me paré a esperarle, justo cuando un chaval se desvaneció delante de nosotros, con un “leñazo” antológico. Empezamos la que para mí es la parte más dura de la carrera, el ascenso al gran Ibon. Grandes desniveles, y yo que no iba, ni para delante, ni para detrás, me sentía vacío. Se lo decía a Ignacio, él me decía que a seguir, que cogiese aire; me senté una vez, iba muerto, pensaba que no podía dar un paso más, que no tenía sentido aquello, sentía hasta un ligero mareo. La gente me decía que ánimo, que si quería algo, y el caso es que iba tomando de todo. Ignacio me dijo que no podía parar hasta el Ibón, y que allí hablábamos. Llegué como pude, me quité la mochila y me senté a beber y a comer. No podía dar un paso, y en ese momento llegó el helicóptero de la Guardia Civil en busca del chaval del Ibonet. Buff, me daban ganas de subirme; le dije a Ignacio que lo dejaba, que no iba a poder llegar al Collado de la Plana; me dijo que darme la vuelta me suponía otros 18 kilómetros y que tirase para delante. Así que me calcé la mochila, me calé las gafas y la gorra, y agarrado a los bastones comenzamos la ascensión. Bueno, iba poco a poco mejor, me reía de sus chistes, como el resto de la gente, y al final era yo el que marcaba el ritmo en un grupete, del que se nos iban descolgando; iba pasando a gente a la que veía peor que yo; y así chino chano llegamos a la cumbre; en la cola del Ibón, a lo lejos, ví al resto de la expedición alcorisana. No paramos ni para hacer fotos, comenzamos a bajar hacia el Refugio del Ángel Orús, que es la peor parte de la prueba, sin duda. Una chica que iba junto a nosotros se torció dos veces el tobillo, y la tercera fue la definitiva; Ignacio se quedó con ella a ayudarle en el vendaje, y yo marché adelante; fui hablando con gente, muy animado todo, y con ganas de llegar al refugio, justo cuando empezamos a cruzarnos con los de la Ultra; y llegando al Ángel Orús me topé con el primero del GAMTE, con Javichu; le grité, le jaleé y por fin llegué a comer. Bebí, comí y esperé a Ignacio que apareció a los 15 minutos; casi ni se detuvo y marchamos para debajo de nuevo.

De camino a Espigantosa seguimos animando a los Ultras, les miraba el dorsal y les gritaba su nombre, cosa que sé que agradecían mucho. Y llegando al final de la senda me topé con Daniel Ayala. Le grité desde lejos, me paré, le abracé, le pregunté cómo iba y tras un breve intercambio de palabras, seguimos, él para arriba y nosotros para abajo. Con Ignacio quedamos que él me dejaría en Eriste, y allí que fuimos, muy buen ritmo de bajada, con el único pero del dichoso cemento. Llegamos a Eriste y le dije que se fuese; yo salí tras él, pero perdí el contacto visual. Tenía a tiro a una pareja alcañizana, a la que cogí en la senda. En ese momento me veía muy capaz de bajar mi tiempo del año pasado, pero la subida a Cerler se me hizo muy larga. No paré ni un momento, avance a ritmo lento y seguro; pasé a más de uno, y me pasaron otros, a los que de nuevo daba caza. En grupete y charrando llegamos al parking de Cerler; bebí y seguí cuesta abajo. En ese momento la ampolla me molestaba, y mi rodilla derecha se resentía en la bajada. Ya sabía que iba peor que el año de antes, así que bajé a la marcheta; adelanté a 5 y sólo me pasó uno, de modo que no iba tan mal como otros; tenía Benasque a tiro, y tenía que bajar de 9.40; en la entrada al pueblo pasé a una pareja, y le esprinté a otros dos, entrando en meta muy, muy bien.

9´39”58 …en fin, era lo que había. Allí estaba Mariano Secanella con sus hijos para animarme, y el resto de la expedición alcorisana, mi amigo Raúl, Esther…me faltaba Natalia, y me faltaban los niños. Me faltaba haber entrado de su mano, pero los había tenido presentes en todo momento. Me senté un minuto, y luego abracé a mi primo “Gracias”. Bebí agua, cerveza, comí pasta, y marché a la ducha.

No fue, desde luego, mi mejor día, pero me demostré a mí mismo, que era capaz de superar un momento muy jodido. Seguí adelante, y lo hice porque en estos casos la cabeza está ahí, pero la fuerza del equipo, del grupo es imprescindible, y estaba Ignacio para animarme. De seguro que él lo hubiese hecho en una hora menos, pero me esperó. Recuerdo que el año pasado me quedé con Santi, y no me supuso ningún problema.

Vi los magníficos tiempos de mis amigos, supe de la gesta de Luis Alberto Hernando, de los corredores de la Vuelta al Aneto, llegó el ganador de la Ultra…y cada uno de nosotros tenía su propio relato, su propia experiencia. Correr estas pruebas es un reto, el mío es acabar y si puedo superarme; la vida me ha dado el más grande de los tesoros, mi familia, mis tres hijos. Entrenar no es fácil, hay que hacer lo que se debe, y correr cuando se puede; llegué muy justo, pero cumplí mi reto; la próxima bajaré de las 9 horas, y algún día haré la Vuelta al Aneto, pero para eso falta tiempo, y tampoco tengo prisa. Ahora a paladear la vivencia y a seguir disfrutando de esta pasión tan bonita. 

Carrera de Montaña de La Iglesuela del Cid

Siempre que me habían hablado de la Carrera de Montaña de la Iglesuela del Cid, me la habían descrito como muy dura, pero preciosa. Tenerla aquí cerca, y con la necesidad de promocionar el Maestrail y colaborar con la organización de cara al futuro, era una excusa perfecta para madrugar el domingo 19 y plantarme en la salida. 

Me lo fui pensando desde Alloza, no me veía yo para algo más de 22 km. y casi 1.500 de desnivel positivo. Me acogieron los amigos del Kolectivo Vertikal, que así llegábamos a los 6 y había un jamón por equipo. Me apunté a la carrera corta, que no hay que ser temerarios. Pero llegado el momento, el mismo viernes, hablo con Ana Cris Pérez de Andorra, y me dice que ella y Begoña Corral irán a la marcha, y que llegado el caso me esperan. Así que sin pensarlo, llamo a Sergio y le digo que me cambie a la larga. Dos salidas en dos semanas...buff que locura. 

El domingo con todo preparado y con pocos nervios me planto en La Iglesuela, con madrugón de por medio. Lo tengo todo listo, pero no contaba con que estábamos a 3º. La virgen que frío. Poco a poco empiezo a ver caras conocidas, gente del GAMTE, de Orinoco, el gran Roberto Prades, que me habla de su lesión dos días antes y que no sabía como iría; cafe con los amigos del Kolectivo, y a calentar un poco que hacía frio, no fresco. Hasta última hora dudo si salir con una especie de chubasquero/cortavientos de Ana Cris. Lo descarto. 

A las 8.59 en la salida, todos juntos, y a la marcha. Salimos por las calles de La Iglesuela, vuelta al pueblo, cruce por la carretera, y al monte...Ana Cris se nos escapa en seguida, así que vamos con Begoña a la marcha, poco a poco. La primera subida es dura, te pilla sin calentar y eso se nota. Las manos las tenía heladas...cuando coronamos y se recupera resuello, se inicia una bajada muy chula, ya se ha estirado el pelotón y nos espera otra subida. Allí ya vamos sólos Begoña y yo; primer avituallamiento, beber, comer y a seguir; llaneamos y vamos hablando, que eso sí que lo hicimos. Llegamos al kilómetro 8 dónde se separan las dos carreras, corta y larga. Allí nos encontramos un rato con un chaval de Castellón al que habíamos adelantado bajando, que nos coge y nos avisa del Tamborero, que da miedo! Empezamos a subir, ya sabíamo que detrás había poca gente; una buena cuesta por un monte precioso, hay que ver que vistas, que pinares, que verdor...y el de Castellón se nos va después de meternos el miedo en el cuerpo. 

Comenzamos una subida dura, ahí me hubiesen venido bien esos bastones que prohíbía el reglamento...subimos y vamos llegando a la cima; punto geodésico, avituallamiento y nos dicen que acabamos de coronar el tamborero. Madre mía, tanto miedo nos habían metido que me lo esperaba mucho más duro, en serio. Nos hacemos una foto e iniciamos el descenso; un descenso muy, muy técnico y divertido; otra subidica y para abajo disfrutando con Begoña. La de cosas que llegamos a contarnos en ese rato. Nos dicen que por detrás quedan dos, así que tenemos que seguir pretando.

Bajamos a un valle precioso, llaneamos y nuevo avituallamiento. De lujo; allí nos dicen que ya queda poco...y después de seguir llaneando un rato, divisamos la última subida. Joder que alegría semejante costerón...en ese momento vemos a dos corredores. Le digo a Begoña que los vamos a coger fijo; a todo esto no forzamos en exceso porque ella llevaba el gemelo tocado, y yo...en fín, que efectivamente después de una subida muy escarpada, cogemos a los dos de delante, les pasamos, y nos quedaba el final, la subida a la cruz. Y eso que mi GPS me marcaba 21 km...cómo era posible...un trago de agua en la cima y a bajar por un pedregal...22 km y entramos en el pueblo, ya sabemos que no nos pillan, y al de delante le fue por los pelos. Al final 3.53 y meta. 

Preciosa, dura, increíble, de lujo, tal vez la más bonita que he corrido en Teruel. Más que recomendable; muy buena organización...al año que viene volveremos con algo más de entreno, y espero que cosas nuevas y positivas para los amantes de las carreras de montaña. 

Begoña 3ª en veteranas, Ana Cris 2ª en este campeonato de Aragón. Roberto Prades, con lesión y todo, 3º. 

Lo dicho, que me encantó, que vale la pena y mucho.

 https://vimeo.com/125673765#at=223

I TRAIL DE MONTAÑA DE ALLOZA

I TRAIL DE MONTAÑA DE ALLOZA

Trail de Alloza. 

Primera cita de la temporada, de esas a las que acudes porque está cerca de casa, porque te apetece, y porque conoces a quien la pone en marcha. Tenemos que apoyarnos entre nosotros, y más siendo en Alloza. 

Reconozco que tras decidir que no iba a la Perimetral, con el invierno y con Iago, la cosa del entreno ha pasado a un 7º plano, por lo menos. Un salida el lunes 6 de abril desde Alcorisa a La Mata de los Olmos era todo mi entreno en un mes. Un poco osado, la verdad, pero como las ganas estaban ahí...me olvidaba de la dichosa lumbalgia que me tiene frito y al barro.

A la salida tranquilo, con mis bastones Camp nuevos (tenía claro que los llevaba sí o sí) y con mis amigos de Alcorisa Fondistas. Siempre me gusta el gusanillo previo, el poder saludar a unos y a otros, hablar, relajarse, reencontrarte con caras conocidas, la música que estimula, el ir y venir de unos y otros...

A las 10.00 a la salida y en marcha. Los 3 primeros kilómetros muy correderos, por caminos muy majos, en grupete con Daniel Millera, Raúl Aguilar, los hermanos Azcón...gente que pasa, alguno (pocos) a los que pasamos...y primera de las subidas. Allí que llego con los bastones plegados y yo sin poderlos abrir en condiciones. A fé que hicieron falta, y para mis lumbares fueron maravillosos. Empezamos el ascenso hacia el mirador, y valía la pena la subida; luego cresteamos con una vista maravillosa, descenso y nueva subida; Raúl se nos va, Manel se escapa, y nos quedamos Daniel y yo, y una chica que se nos une y con la que compartiremos casi el resto del trazado. Llegamos al avituallamiento del km 8; bebemos, comemos, charramos, y con algo más de fuerzas iniciamos un nuevo descenso; este se toma con precaución, y yo lo disfruto; nueva subida, de nuevo monte través; allí voy justo de motor, lo noto, no voy, no tienes las sensaciones de ir bien, bien, pero sigo subiendo. Daniel y la chica se me escapan y los pillo en el descenso; sin duda ha sido la carrera en la que mejor y más a gusto he bajado; mis viejas Kanadia se siguen agarrando como el primer día, y los bastones me van de fábula; me adelanto en la bajada y espero a Daniel y a nuestra compañera de cara a la nueva subida; voy haciendo la goma, pero les vuelvo a pillar después de trepar a un cabezo, justo cuando se unía el recorrido de la corta; creo que vamos por el 13 o 14.

Le había dicho a Daniel que se fuese, pero ahí que aguanta; se me escapan ligeramente los dos y en ese momento aparece con la sonrisa que le caracteriza Roberto Prades. No teníamos duda de que había ganado; venía a esperar a nuestra compañera, justo antes de la última de las subidas, esta por camino, y de casi 2 kilómetros. 

A todo esto, ya hacía calor, al menos para ser la primera del año se nota; me uno al grupete por saludar a Roberto, que más allá de ser un grandísimo campeón y un fuera de serie, es un tío espectacular y una bellísima persona; bromeamos diciendo que hemos ido tirando de él; y al final se nos escapan un poco. Daniel me espera, y subimos andando esa última cuesta, entre charradas, risas; llegamos al avituallamiento y nos lo tomamos con calma, comemos de todo y bien. Nos dicen que ya es cuesta abajo todo; nos lanzamos al descenso, y lo disfrutamos viendo Alloza al fondo; pero yo ando muy justo. En el 17,5 salen a nuestro encuentro mi primo Ignacio y los hermanos Peralta (Carmelo y José Manuel). Daniel me dice "como me jode que nos vengan a buscar". Nos reímos y nos sumamos a ellos; posamos para una foto a medio camino y me dicen que mis hijos me esperan en meta. Llegamos a Alloza y a unos 200 metros de meta veo a Natalia con los niños; les damos la mano a Lorién, Adrián y a mi sobrino Martín, y entramos en meta justo en el 2.45. Que gozada, sólo ver lo que disfrutan los crios...y eso que Lorién me pregunta que por qué acababa el último, ja,ja,ja. 

Genial al llegar, pronto se olvida todo. Lo bueno es que recuperamos. Allí nos saludamos con unos y otros, ya sabíamos del tercer puesto de Abel Peralta; felicitamos a la organización, que nos había preparado paella, bocata de jamón, bebida...de lujo para recuperar fuerzas.

Felicitar a todos los campeones; también a mi prima Ana, que quedó segunda en la corta. Da gusto disfrutar del ambiente de las carreras, es una pasada, y sobre todo de la salida y la meta; cuando bromeas, comentas, te quejas de que no vas, comparas...

Mi primo Carlos Cortés y Ramón Galve se lo han currado pero mucho. Ahora a por otra edición; entre tanto yo me preparo para La Iglesuela. A ver cómo se da, y a ver si me sirve el rodaje.

Ah, y gracias a Natalia por su paciencia y apoyo, que a pesar de todo siempre me anima, y a mi compañero y amigo Daniel, sufridor en estas lides y con quien nos quedan muchos caminos por trotar. 

Felicidades Alloza!

Cross Rubén Balgafón 2014;

Cross Rubén Balgafón 2014;

 Un año más y van no sé cuantos, Alcorisa acoge el Cross Memorial Rubén Balfagón. De crío lo corría e incluso gane 4 o 5 medallas por aquel campo de fútbol. Hoy la motivación es muy distinta, participar, colaborar y desde hace 4 años sumar para los Alcorisa Fondistas.

  Este año una gran mañana, y yo que me siento muy cómodo, que bajé un minutico del año pasado, y me quedé en 36´59¨. Pues eso, que ahí estamos. Pero que lo que de verdad me importa es compartir estos ratos con Lorién y Adrián, verles y saborear esos instantes.

  Después de correr, les llevé a casa su camiseta técnica de Alcorisa Fondistas, la que les compré para la ocasión. No hay palabras, que saltos, que abrazos, que alegría; que contentos estaban, daban ganas de llorar de felicidad. Increíble, no sé como expresarlo, pero lo compensa todo. Uniformados y deseosos, nos fuimos al Parque, están nerviosos y con muchas ganas. Todos los niños viven así esos momentos, que de sensaciones. 

  Lorién corría este año con los nacidos en 2008 y los de su quinta, la de 2009; había 55 niños, y el recorrido se me antojaba largo. Les vi salir en la distancia, le animé desde lejos, recibió mis palabras de ánimo, la de Cris, las de sus tíos, su hermano, las de su prima; le vi, y sé que sintió ese aliento, y corrió como un galgo, lo dio todo; cuando llegaba a meta se cayó al suelo, alguien le recogió, le puso en pié y acabó la carrera. Que maravilla, que bonito. Le cogí en mis brazos, estaba sin aliento, estaba rendido, el esfuerzo era considerable para un crío que aún no ha cumplido los 5 años, y que ahí estaba; radiante y feliz, a pesar de que sabía que no había ganado. Entro el 14º, y eso es lo de menos, pero a mí me hizo sentirme tan orgulloso....

   Le llegó el turno a mi sobrina Silvia, con las niñas de 2010; la acompañé a la salida, corrió desorientada al principio, pero corrió como si nada más importase entonces. Otro placer enorme tomarla en la meta y acompañarla con sus padres. 

   Para Adrián no había prueba, pero cualquiera le decía que no iba a correr. Tantas ganas tenía él, y yo por complacerle, que sin darme cuenta le situé en la línea de salida de los niños de 2º de infantil, los de 2010. Adrián con sus dos añitos corrió sonriente, feliz y dichoso. Llego a meta encantado, y yo le abracé con todas mis fuerzas; acto seguido corrieron los más pequeños, pero no importaba.

   Que me podía importar más que verles felices; ellos en su inocencia no compiten, juegan, no buscan la victoria, pretenden divertirse, experimentar; ese es el lado humano del deporte; que hay más hermoso que compartir con tus hijos un rato de deporte, una pasión. Son lo más grande. 

MEDIA MARATÓN DE ANDORRA (Y van 6)

MEDIA MARATÓN DE ANDORRA (Y van 6)

EL domingo 19 de octubre, casi siempre en torno a esa fecha, se disputa la Media Maratón de Andorra Sierra de Arcos, que vengo corriendo desde el año 2008, cuando inicié mi pasión fondista. 

Fue una mañana accidentada, tanto que a las 9.30 seguía en casa; Natalia me animó a correr, cogí el coche y me presenté en Andorra con el tiempo justo para dos vueltas de calentamiento, unas fotos con los Alcorisa Fondistas, saludos y momentos previos. Estaba más relajado que nunca, no tenía nervios, ni nada, si acaso el gusanillo de siempre, muchas ganas, pero poco más, bueno sí, que me estaba meando, y no me daba tiempo. 

Desde el mes de septiembre he corrido muy poco, pero me he ido encontrando bien, supongo que la despensa de kilometros de este año me permite tener reservas para estos casos. 

Todos a la salida, y decido colocarme tras el globo de 1.45. Voy con mi amigo Daniel Millera en la salida, los demás marchan adelante; mucha gente este año, con 320 inscritos, tanto que la primera vuelta hay hasta algún empujón, así que me salgo de la cuerda y voy por el exterior de la pista hasta que todo se ponga en su sitio. 

Me adelanto unos metros sobre Daniel, y aunque voy volviendo la vista atrás, ya iré sólo toda la carrera desde el km.2. Este año nuevo recorrido, vamos al polígono y me veo bien. Voy viendo como me pasan, como paso a otros, y descubro el nuevo recorrido, que se presumía como más asequible, algo con lo que no estoy de acuerdo. Tengo a tiro antes de llegar al MWINAS al grupo de 1.45 en el que veo a Fernando "el Caracol" y a algún otro conocido, pero no me atrevo a llegar; estoy a unos 50 metros, pero no fuerzo, sigo a la marcha; nos vamos cruzando con corredores, animo a los conocidos, alguna risa, y empezamos a subir por el poblado, en un tramo más ligero. Me uno a un chaval que iba sufriendo y hacemos el tramo de la carretera Alloza juntos, pasamos por el pueblo, y me dice que le parece muy dura esta carrera. Creo que no se equivoca, es dura. Cuando encaramos el km. 10 me dice que le deje sólo que no puede más; voy de nuevo hacia la pista para concluir la primera vuelta y regresar de nuevo al polígono. No podía más y me paro a mear, algo que no me había pasado nunca. Me dicen en un avituallamiento que en el MWINAS hay comida; yo llevo mi gel y mi botellín, me tomo el gel, y sigo corriendo; me uno a algún corredor y luego lo dejo, mis tiempos van bien, y creo que bajaré de 1.50, mi objetivo. 

Otra vez subimos al poblado, y voy algo mosca, porque no hay comida; allí foto de Mariano, me cruzo con los que ya acaban, adelanto a Ángel un amiguete del Kolectivo Vertikal, y sigo sólo y agradeciendo el apoyo de la gente. 

Kilómetro 17 y veo que subimos de nuevo hacia el otro polígono, como en años anteriores, una costerica de las buenas al final de la Avenida, pero resulta no ser tal, nos meten a la sindical y continúo. Decido apretar, estoy en el km 18 y ya tengo claro que estoy en el 1.48, que puedo mejorar mi tiempo del año pasado; el km 19 lo hago en 4´40¨, dejo la Avenida San Jorge y me veo fuerte, apreto y voy en 4´30¨ en el km. 20, adelantando a unos 8 o 10 corredores en ese tramo; veo a Santi Sedeño que va tocado, le animo y le digo que ya lo tiene, entro en la pista y veo que el 1´47¨está ahí, como siempre cambio en la contrarecta y apriento los dientes, esprinto y cazo a otro corredor en la línea de meta. Me salen esos últimos metros a 3´50¨bien!

Marca personal, cojonudo, que contento, y eso que si no paro a mear la dejo en el 1´46¨. Mi tiempo oficial 1h47´20¨; en mi crono me salen 12 segundos menos, pero no me importa. 

Llegan amigos, llega mi prima Cris, abrazos, bebo, charradas...que gran mañana, que lujo de deporte este, que sensaciones. Me voy a casa, ya he cumplido. 

IV TRAIL LOS ZOQUETES

IV TRAIL LOS ZOQUETES

Este año está siendo muy intenso en retos; ya creo que resulta evidente que me he decantado definitivamente por el monte, que no me motiva nada el asfalto. Eso sí, mantendré como cita ineludible la Media Maratón de Andorra, a esa mientras pueda no falto; si de camino, cae alguna otra pues la hago. De hecho este verano y despúes de Tramacastilla, hice la 10K nocturna de Vinaroz, y me marqué mi marca personal con 46.10, que para un diesel como yo, estaba muy bien.

En lo deportivo mi año ha girado en torno al ANETO, y en la faceta profesional en dar impulso a un proyecto nuevo, el MAESTRAIL del GEOPARQUE del MAESTRAZGO, que se saldó con muy buenas sensaciones en la primera edición, y que ya da pasos hacia la segunda. Aunque no lo corrí en competición por razones obvias, lo he hecho muchas veces buscando recorridos, limpiando sendas, marcando, etc. Pero de eso hablo otro día. 

Volviendo a los Zoquetes, un año muy interesante, porque hemos tenido que asumir el reto de adaptarnos a una normativa que más que facilitar la organización de eventos los entorpece; requiere de tantas exigencias, que al final y sin haber dado una sóla zancada, ya te has fundido 1.000 €. Así la viabilidad de estas pruebas pasa o bien por las ayudas públicas, o bien por elevar la inscripción, lo que condiciona la asistencia de corredores.

En fin, que un año más cada uno de los Alcorisa Fondistas asumimos nuestra tarea y el domingo lo tenemos todo listo para disfrutar de nuestra prueba. Los momentos previos a cualquier carrera son únicos, te saludas con unos y otros, sonrisas, recuerdos, bromas, prima por encima de todo el buen rollo. La gente que corremos nos unimos para disfrutar de una pasión, y eso se nota. 

A las 10.00 en la línea de salida; comenzamos tras la foto de rigor y todos en marcha; este año y sin quererlo me ví en los dos primeros kilómetros con el grupo de los galgos, y eso me hizo ir muy rápido para mí, por debajo de 4.30...y la de gente que me pasó ese rato. Decido frenar un poco, ponerme en el entorno de los 4.50 a 5.00 y voy todo el rato sólo, sin nadie; me pasan, paso...llegamos al pinar y me adelantan Alexis y los andorranos, mantengo su estela hasta el avituallamiento, y allí me como mi plátano, bebo y sigo sólo. Iniciamos la súbida al cortafuegos y sigo sólo, me pasan arriba Ramón Galve y otro corredor más, siento el aliento de los allozinos...y sigo sólo, les paso, me distancio y me cogen en una de las últimas subidas antes de salir al camino de la Torremontaña. 

Me veo bien, pienso que de seguir así bajaré de 1.40 y eso me anima mucho. Pero la cuesta de la Torre Montaña se me atraganta un poco, y el calor que comienza también; me pasan Raúl Aguilar y Armando Gracia, joder que bien iban. Llego arriba, bromas en el avituallamiento, agua, plátano y para delante, que queda poco. 

Cazo a dos en la bajada al camino de la huerta, y me veo muy bien, justo pero bien. Al llegar a la chopera me doy cuenta de que paso del 1.42, pero aún con todo sigo contento, paso a un chaval de Alloza que va atascado, tengo a otro a tiro, y me digo que lo dejo para el sprint, pero no le cazo, empieza a acelerar tarde y no me da para más. Paro en 1.43, 7 minutos menos que el año pasado, y con una preparación muy, muy corta. Eso me hace sentirme genial.

Me abrazo a Natalia, los niños, están allí mis padres, mi hermano y mi cuñada, que están que se salen...genial. Que forma más cojonuda de pasar una mañana de domingo. Y queda la paella!

Los V Zoquetes están en mente y vamos a por ellos. 

 

TRAIL TRAMACASTILLA

TRAIL TRAMACASTILLA

Después de participar en el Gran Trail del Aneto, pasé dos días con dolores en los gemelos y brazos (Por los bastones), pero nada comparable a lo del año pasado en mis cuadriceps, se nota que iba más entrenado y que no tuve bajadas tan bestias como la de la Cerler. 

Surgió la posibilidad de participar en el primer Trail de Tramacastilla, un pueblecito de la Sierra de Albarracín. Allá que nos fuimos 6 aventureros, madrugando tanto como para levantarnos a las 5.30 y salir poco más tarde. Camino con mi amigo Enrique y allí ya teníamos a Chema, Moises, Ricardo y Sheila. Al llegar me encontré con mi amigo y profesor de económicas Luis Antonio Sáez; siempre es un placer encontrarme con él, y más en estas pruebas. También aparece Dani Ayala, con la gente del GAMTE; sé que es casi seguro que los dos van a mojar algo, son muy buenos. 

Calentamos, fotos, muy buen ambiente, música a tope; nada de nervios, muy, muy tranquilo comparado con lo que sentía en Benasque. Anda por allí Mariano Bes con su cámara para irmortalizarnos; me dice que no debería de correr...

A las 9 en punto los 90 inscritos nos ponemos en ruta; salimos en grupo con Chema y Enrique, porque Richi y Sheila se quedan detrás y Moises marcha hacia delante; los primeros 3 km vamos muy bien, sobre llano y pasando a gente; llegamos a una cuesta, que subimos corriendo hasta la mitad; desde allí descenso muy amplio hasta llegar al km. 5 avituallamiento en la Hospedería del Batán, toda una estrella Michelín; allí estabas Mª José y Sebas para darnos bebida. Tomo un trago de aquarius y seguimos. Chema pregunta si a esa ritmo voy cómodo y le digo que muy bien; cruzamos la carretera y nos adentramos por pistas muy anchas, nos vamos rodeando de pinar; seguimos los 3 y vamos  pasando a gente; Enrique va muy bien; comenzamos a subir alguna que otra cuesta, y poco a poco Enrique se nos va; me tomo mi gel; no llevamos ni una hora y ya hemos pasado del km 10 en una carrera de Montaña; tiene que faltar lo gordo; subimos un buen repecho de casi un kilómetro y nos damos un homenaje en forma de avituallamiento; dátiles, fuet, sandía, plátano...bien, bien; empezamos a bajar, y vamos hablando con Chema de seguros federativos y demás, y ante nuestros ojos divisamos una rampa enorme y de gran desnivel; vemos a la gente que la está subiendo; nos ponemos a ello los tres juntos, y vamos pasando rampas muy duras, con mucha piedra suelta, más de un km de ascenso y cuando estamos cerca de coronar nos alcanza quien a la postre vencería en chicas, y que desde allí se adelanta con Enrique; yo voy perdiendo ligeramente el contacto, ¿Me pesará lo de la semana pasada?; coronamos y vemos una pancarta que nos anima y señala que es el último repecho y que sólo queda bajada; nuevo avituallamiento en el km. 15 y a bajar; 

Voy con Chema, pero poco a poco se me va en la bajada, es desde luego lo que peor se me da. Mantengo contacto visual, pero los voy perdiendo; llegan un par de repechos y pasamos a una bajada muy empinada, con mucha piedra suelta, en la que me adelantan dos corredores; no voy cómodo, la dichosa uña me martillea! Llego a un camino y aprieto, veo que quedan 3 km, y quiero bajar de 2.20, tengo a Chema a tiro, y pienso que correré lo suficiente como para poder pillarle, pero entonces un corredor acalambrado se tira al suelo; otro se da la vuelta y le ayuda a estirar;me paro y les pregunto si busco ayuda, pero dicen que no es necesario; les digo que si quieren me quedo, pero me animan a seguir. Pierdo la referencia con Chema, aprieto y bajo de los 5 min. en este kilómetro; queda 1,5 y ya lo veo difícil, Mariano me hace unas fotos, dice que ya esta terminado, y yo voy a 4.20 en mi GPS, vuelo!! (jejeje), me adentro en el pueblo, esprinto, pero mi amigo Chema ya ha pasado, así que busco a los niños, me espera Adrián, que me coge la mano y corre a mi lado; Lorién seguía en una colchoneta; 2´20 21¨; 

Contento, me he encontrado bien. Veo a Natalia, me encuentro con Chema y Enrique, saludo a Dani, a Luis A. a Moises...y esperamos a que lleguen Sheila y Ricardo, que vienen unos 20 minutos después aprentando, porque otra chica amenaza el puesto de podio de Sheila. 

Luego risas, ducha, refrigerio, un ambientazo de pueblo pequeño para vivirlo en familia, para sentirlo. Un pueblo pequeño y volcado en este evento. 

Bromeo con mis amigos porque voy a subir al podio a coger el trofeo de veteranos que ha ganado Luis Antonio y que no puede recoger al tener que regresar a Gea. Que puntazo, que risas; 30 años después vuelvo a un cajón, jajajaja. Moises se hace con el 3º en Master, Sheila con el 2º en absoluta, Dani con el 3º absoluta y a Luis Antonio le recojo el 3º en Veteranos. Cosechón de amigos!

Reparto folletos del MAESTRAIL, pasamos la jornada con los amigos, la familia, comemos un pedazo de paella, y nos despedimos de un pueblo encantador, al que seguro que volvemos. 

Gracias Tramacastilla

Maratón de las Tucas. GRAN TRAIL DEL ANETO. (Ahora sí que soy corredor de montaña)

Maratón de las Tucas. GRAN TRAIL DEL ANETO. (Ahora sí que soy corredor de montaña)

 Llegamos en familia a Benasque, pasamos el control de material, recogemos dorsal, y sigo más nervioso que un cascabel. Suerte de Natalia y los niños que me distraen y animan. Dejo todo listo, material y mochila sobre la mesa, y me acuesto a las 23.30...me paso la noche corriendo en sueños, inquieto...

Las 6.30 a.m y en pie; biberon a Adrián, besos a Lorién...me voy a la salida de la Vuelta al Aneto; allí tengo a mi amigo Raúl y a Chusta (el otro alcorisano); he quedado con Mariano, Santi y Alexis, con quienes compartiré el reto de las Tucas. Vaya ambientazo, que lujo, que sensaciones, todo a flor de piel. Ánimo valientes!

 Me tomo un buen desayuno y sigo mi ritual de siempre, preparando con nervios el material, vistiéndome. A las 8.35 salgo del hotel a la línea de salida, donde me esperan mis compañeros; pasamos el control y nos colocamos entre una multitud de gente. La adrenalina está a flor de piel, que pasada, que momentos, que increíble subidón; el speaker nos pone como motos y en tensión competitiva, nada comparable a esos momentos.

Caras de nervios, de ganas y de mucha ilusión. 3, 2, 1....en marcha!! Salimos!! Los primeros metros saliendo de la Avenida de los Tilos, gentío, emoción...y llegamos a la carretera, tomamos el camino paralelo al rio, y el pelotón se estira, para evitar aglomeraciones. Una buena idea...3 km a buen ritmo y tras pasar el camping nos adentramos en terreno montañoso. Poco a poco vamos pisando algo de barro, un tramo muy fácil que hacemos casi todo corriendo, con muchas risas, entre Mariano, Santi y Alexis. POr cierto que con ALexis compartimos un trancazo de escándalo, que al principio me jode vivo por aquello de los mocos. Mariano como siempre nos va contando cosas del Pirineo, sendas, experiencias...y así vamos pasando el primer tramo; una hora y 46 minutos y llegamos al refugio de Estos; allí hay mucha gente y comemos un poco, intento llenar los bidones, y tal vez en ese punto me equivoco al no llenar la camel; no esperaba que el siguiente avituallamiento me iba a quedar tan lejos; 

Estamos unos 8 o 9 minutos y salimos de allí, empezando una sensa por las faldas del monte; senda divertida y que se hace corriendo; y vamos camino del Ibonet de Batisielles (precioso lugar), que es desde donde en realidad empieza la Alta Montaña; Alexis se nos había escapado unos metros, y al llegar a la senda de piedra suelta, le ofrezco uno de mis dos bastones a Santi, que no suele llevarlos, pero que lo iba a agradecer mucho. Los primeros metros tienen un desnivel de un 25% por lo que hay que agarrar con fuerza el bastón; luego la cosa suaviza en tramos, pero siempre en pendiente, y con la dificultad de que los guijarros están por todos los lados; suerte de mis Canadia Trail, que siempre se agarran como lapas. A todo esto vamos hablando, comemos y bebemos. Cada hora gel o barrita, tragos de agua...

Llegamos a los Ibones de Batisielles; espectacular lugar, increible belleza; descansamos para comer un poco, y allí nos hacemos unas fotos; hasta ese punto todo genial; sobre nuestras cabezas divisamos las Tucas que dan nombre a la prueba; a la espalda queda el Aneto. Es maravilloso lo que vemos; seguimos en ruta ya con Alexis otra vez, y unos 800 metros más arriba paramos a llenar los bidones de un torrente; dice Mariano que allí ya no hay vacas, así que mucha gente nos imita; sin darnos cuenta nos metemos en un abismo de grandes bloques de piedra, sobre los que tenemos que ir saltando y eligiendo el trazado; por suerte no tienen demasiado desnivel, pero alzando la vista vemos lo que  nos espera (o lo que pensábamos que nos esperaba). Hay gente que se queja, y que salta temerosa; una caída sería fatal. Seguimos subiendo, y se acumulan los minutos; la fila es ante nosotros y a nuestras espaladas inabarcable. Llegamos a Les Basetes...los 4 km desde el Ibón se hacen durísimos; hacemos un descanso tras una hora de ascenso y seguimos comiendo; en esas paradas me pongo algo nervioso, quiero seguir, me veo bien; nos pasa mucha gente, pero mis compañeros parecen no darle importancia. 

Frente a nosotros queda el Collao de la Plana, techo de la carrera a 2.702 metros; en 4 km hemos salvado un desnivel de mas de 900 metros, eso si que es un kilómetro vertikal! Que salvaje, que hermoso!

Hacemos cima, y nos deleitamos en el Ibón de la Plana. Bebemos, fotos, un sms a Natalia (increíble que aquel remoto paraje hubiese cobertura), y para abajo. Alexis nos adelanta y ya no lo volveremos a ver; baja muy bien. Mariano y Santi van tras de mí; no soy buen bajador, y lo que nos queda es algo más que muy técnico; es para mi la parte más dura del Trail; me adelanto unos metros, y oigo a Mariano que me dice que no corra tanto, me voy frenando; son 5 kms hasta el refugio del Ángel Orús y se hacen eternos; fango, piedras, saltos...es la parte que menos disfruto, y en la que empleamos más de una hora, salvando el barranco dels Ibons...a lo lejos, como inalcanzable, nos queda el refugio, al que por fin llegamos, yo con unos 3 o 4 minutos sobre Mariano y Santi, a los que de nuevo espero. Llamo a Natalia y le digo que todo va bien. Allí como, bebo, lleno bidones, la camel, hablamos con Cristina y Sheila, que han venido a animar. Y comentan que ya han pasado unos 500 y que el primero iba Roberto Prades.

Iniciamos el descenso, no quiero esperar más, es una senda técnica, en la que empezamos a cruzarnos con los titanes del Gran Trail, los de los 109 km...que pasada de hombres y mujeres, que bestias. Suben en algunos casos con la mirada perdida (luego vemos lo mucho que llevan de ascenso y 70 kms en sus piernas); procuro leer el nombre en sus dorsales para animarles, y de verdad que lo agradecen. En un momento me cruzo con alguien familiar, luego sabré que era Eduardo Egea, otro superhombre alcañizano...

En la bajada se pone delante Mariano para marcar el ritmo, dice que yo corro más. Vamos los 3 muy bien, yo estoy como una moto, me encuentro muy fuerte. Llegamos al Parking de Espigantosa, y por vez primera en kilómetros, podemos correr durante un buen trozo, el mapa de ruta lo coloca en el 28,5, mi GPS en el 30. Algo más adelante muere mi pobre GPS...en ese momento nueva foto, parada a mear...y Santi y yo que disfrutamos como enanos corriendo; Mariano nos dice que prefiere andar, y nosotros decidimos seguir corriendo con Santi; que gozada, buen ritmo, buen firme, y en bajada...seguimos viendo a los de la Ultra...lo que les queda pensamos...

Llegamos a Eriste, empezamos a disfrutar del calor del público que anima; allí hace muchísima calor; son las 5, y nos quedan algo más de 9 kilómetros y 400 de desnivel hasta subir a Cerler. Comemos, bebemos, y para arriba; conozco la senda del año pasado; Santi va bien pero empieza con calambres, le animo, paramos a estirar, le grito que siga, le doy una pastilla de sales...y hacemos grupeto con una gente que nos coge, y con la que llegamos al Molino de Cerler; desde allí sólo queda bajar y disfrutar; 

Vamos unos 6 o 7 riendo, animándonos, sentimos la meta cerca; Santi sigue, y parece que no tiene dolor, un par de repechos y ya estamos a las puertas de Benasque; llamo a Natalia para avisar y no lo coge; sé que estará allí...entramos en el pueblo...gritos, aplausos, estoy que no quepo en mí; vamos Santi!! Vamos que llegamos!! y por fin la Avenida los Tilos, veo a Natalia, con Lorien y Adrián; les beso, les cojo de la mano y sobre la moqueta roja corremos juntos los últimos metros; quiero llorar, gritar; animo a mis hijos, y corren emocionados junto a mí.

Increíble, 9 horas y 31 minutos después concluye esta aventura; no puedo describir la sensación, la emoción...me abrazo a Santi; a Natalia, a Mariano Secanella; a mis hijos; lloro...que pasada!! Poco después llegaba Mariano. 

He cumplido con el reto;  he pasado lo más duro y ahí estoy, con los pies doloridos, y poco más; encantado y dichoso; tal vez hubiese podido bajar el tiempo, no lo dudo, pero tampoco me importa. EL valor del grupo es muy importante. Ya sé lo que es correr 44 kms (eso dice el track) y más de 2.900 mts de desnivel; lo sé, lo he vivido y lo he disfrutado. No tiene precio, y el compartirlo con amigos y llegar a meta con mis hijos es lo más grande del mundo. 

Vivan las Carreras de Montaña y gracias a mi familia, amigos y compañeros que me han soportado y apoyado. Volveré.

Hacia las Tucas

  El año pasado por estas fechas hablaba de mi primera experiencia por el Aneto cuando corrí la Vuelta al Pico Cerler. Albergaba por aquel entonces la ilusión de correr el Maratón de las Tucas. 

 En cuanto se abrieron las inscripciones, en el mes de marzo, me apunté al Maratón, de modo que no hubiese ni dudas, ni vuelta atrás. Estaba con ganas, y con mucha ilsuión; pensaba por otro lado en si sería capaz de asumir ese reto, de poder cumplir los más de 42 km de recorrido y de soportar esos más de 2.800 mts de desnivel positivo...el recuerdo de la Colladeta de Cerler estaba ahí como uno de esos muros franqueables...con mucho sufrimiento, pero franqueables. 

  Han sido meses de preparación, muchos sábados y domingos de levantarme a las 6 de la mañana, muchos días sin descanso, semanas de 70, 80 y hasta 103 km en mis piernas; más de 300 en el último mes. EL recorrer y sacar los tracks para el Maestrail, en el Maratón de Tablada especialmente, me ha permitido andar a horas intenpestivas, mucho y siempre en buena compañía, y todo suma. 

  Esta todo listo, mis piernas después de pasar por las agüjas y manos de Raúl, creo que por fin descargadas, porque el último entreno las sentí como tablones. Así que allá que nos vamos, el Aneto nos espera. 

I Carrera de Montaña de Mas de las Matas

  El 1 de diciembre teníamos otra cita en el calendario. En este caso y al lado de Alcorisa, se disputaba la I Carrera de Montaña de Mas de las Matas; 14km y 1.000 mts. de  desnivel. Por suerte para todos no la organizaron el sábado, que había amanecido con un tiempo infernal. 

  Como siempre y entre amigos, quedamos en la Plaza Nueva, y partimos hacia la carrera. Daniel Millera, Enrique Espallargas, Luis Palos (debutante con nosotros), Miguel A. Royo (En palabras de Antojo "el masino disidente"), mi primo Ignacio y un servidor. Allí nos esperaba Moises Millán senior, y José Mª Giner (Chusta) que acudió en bici de montaña desde Andorra....(sin comentarios).

   Llegamos al camping, y empezamos a cruzar saludos y charradas con otros corredores; había algún masino, gente del Kolectivo Vertikal de Andorra, del Orinoco de Alcañiz. Sobre 0º a esas horas, tiempo nublado y "espurneaba" algún copo de nieve. Pese a lo atractivo de la prueba poca gente en la salida, pero mucho nivel en estas carreras. 

   Dudábamos de ponernos más o menos ropa, y tras el calentamiento opté por quitarme el cortavientos, y quedarme con una manga; sin gorro y con mi gorra. Sabía que iba a sudar. Nos hicimos la foto de rigor, y ya estábamos listos. 

   Nos llamaron a la salida y nos advirtieron del recorrido y de como se las gastaba el descenso por una de las sendas. "A la de 3" en marcha; salimos en grupeto, como siempre, Daniel, Enrique, Luis y yo. Ya le decía a Luis que eso de ir a la marcheta...cada uno a la suya, porque a partir del 1 km, la cosa empezó a ponerse cuesta arriba; entramos en la senda, y como es lógico se hizo la selección natural. Ellos marcharon y yo fui perdiendo contacto, aunque lo mantenia visualmente con Daniel. Nos metimos en una senda angosta, por unas preciosas barranqueras, muy bien desbrozadas, y muy divertidas; subiamos y subiamos, hasta el kilómetro 6. Yo iba en tierra de nadie, en la más absoluta soledad, y mirando el paisaje, que sobre todo en las cimas era precioso. De camino hasta el km 6, donde estaba el avituallamiento, me empecé a sentir mucho mejor, ví que podía acercarme a Daniel; en ese momento una pareja que iba más fuerte me adelantó. Llegúe al avituallamiento, me hidraté, comí y marché sin mucha demora. Un par de minutos después y en un terreno muy favorable cuesta abajo, me advierte otro corredor de que hay uno con un esguince y que avise a las asistencias. Me dí la vuelta y empecé a gritar, pero no me oían. "¡¡¡A los de protección civil!!" En fin, que regresé al Avituallamiento y ya se dieron cuenta; seguimos hasta el corredor, que llevaba un huevo por tobillo. Me esperé a ver si llegaban, le ofrecí agua, comida, le pregunté y al final me dijo que marchase.

   Fue la anécdota negativa de la jornada; me dejé 7 minutos, pero eso es lo de menos, ante todo deportividad. Decidí tomarme un gel, siempre lo hago cuando llevo unos 50 minutos. Entonces ví que me seguían Miguel A. Royo y su amigo albalatino y me esperé. Se corre mejor en compañía. A los pocos cientos de metrosnos encontramos a un chaval de Caminreal que emergía de la maleza. Se había perdido. Hicimos grupo los 4 y seguimos en un divertido descenso, subidas y bajadas; kilómetro 9 y nos adentramos en la senda. Un pedregal escarpado, pero que erá de lo más divertido. Ya nos avisaron de lo complicado del descenso por esa senda. Con el chico de Albalate nos adelantamos unos cuantos metros y ya perdimos contacto con los de detrás. Lo mejor de ese tramo poder ver el azud de Abenfigo por detrás, que precioso ese punto, que lujo de vistas.

   Llegamos al avituallamiento, y desde allí divisábamos perfectamente Abenfigo; quedaba lo más fácil; yo me sentía bastante bien; marcamos un buen ritmo los dos, y llegamos al kilómetro 11. Allí nos dicen que nos quedan 5 o 6 kms. "No puede ser, mi gps marca 11,5 kms. y la carrera es de 14". EL GPS tenía razón; seguimos camino de la meta, con la ribera del Guadalope y sus chopos desnudos a los pies; a falta de poco más de un kilómetro me tuerzo un tobillo; sigo, no pasa nada, pero unos metros adelante me lo vuelvo a torcer. Joder!! Renqueo unos metros y continuo; me pregunta el chaval de Albalate, y le digo que seguimos sin problemas; en esas aparece mi primo Ignacio que volvía a mi encuentro; nos ameniza los últimos metros, y tras encarar la recta de meta, dice que va a por Miguel Ángel. Entramos en meta, 1.43´42; acabo muy bien, muy contento y satisfecho.

    Nos vamos saludando y abrazando con los demás corredores, bebemos y comentamos. Unos estiramientos por aquí...te enteras de cómo han ido llegando. Al Chusta le da igual hacerse 37 km de bici antes; Moisés está hecho un titán; Ignacio es otro bicho; Luis una promesa en ciernes; Enrique nunca falla; Daniel está fuerte, y Miguel Ángel y yo, como siempre, a cola y disfrutando. 

    Valoraciones. El hecho de no haber salido desde la media de Andorra salvo el domingo pasado se nota, es un mes y pico de parón; pero al tiempo tengo fondo, y eso me complace; el poco gimnasio que logro hacer, también se nota. De modo que todo es mejorable; creo que los minutos que bien-empleé en avisar a las asistencias, no los perdí, ni mucho menos, son parte de las carreras, y más para aquellos que las hacemos por disfrutar.  

     Un 10 a la organización; la carrera estaba bien señalizada, fue muy divertida; las vistas preciosas, desde la cima contemplabas una cantidad de territorio inmensa, casi inabarcable en su belleza. Lo del Azud de Abenfigo me llegó al alma; la de veces que había deseado disfrutar de esa estampa. Muy bien de avituallamientos; al final nos pusieron sol...que más se puede pedir. Si acaso más público y más corredores. Pero me gusta la fecha, y me gusta el recorrido. Volveremos!

P.D.

        Felicidades a Antojo, Cristina y Sandra, así como al resto de personal y voluntarios. 

X MEDIA MARATÓN DE ANDORRA

El mes de octubre es para mi, desde 2008, el tiempo de la Media de Andorra, una de esas citas imprescindibles, a las que uno ya acude por devoción. Nadie rebatirá que no se disputa por un recorrido bonito, pero el caso es que vale la pena acudir, disfrutar del ambiente y hacerlo entre amigos.

Lo que más me gusta de los días de carrera son los prolegómenos, ese reencontrarse con viejos amigos del fondo, conocidos; relajarse con las bromas de los fondistas alcorisanos, las risas, los comentarios; eso es un lujo que disfruto y comparto.

Llegaba a la Media más confiado que nunca en que iba a hacerlo bien, dentro de mis limitadas capacidades. Yo no aspiro a otra cosa que no sea el superarse a mí mismo.  Las últimas salidas me habían servido para demostrarme que podía mantener ritmos inferiores a 5 minutos durante 10-12 kilómetros si no hacía demasiada calor; para alguien habituado a correr, esto le puede parecer insignificante, pero para mis 94 kilos en "limpio" no lo son tanto. 

Me levanté temprano, como siempre, desayuné sin compasión, me preparé y fui al encuentro de mis amigos  fondistas. Ramón, Daniel, Ignacio, Enrique, Carmelo, Raúl, Fernando, Miguel Ángel, mi prima Cristina y un servidor. En Andorra y con el cachondeito previo, nos juntamos con otra docena larga de fondistas que estaban esperando. En las pistas saludas a unos y a otros, y se sienten los nervios, el cosquilleo del calentamiento...tanto que me tocó mear unas 4 veces en media hora (tanta hidratación el sábado....); seguimos con el calentamiento, con las charradicas con uno y otro, la foto de equipo con los amigos de Tarragona Fondistes...y a la salida que nos vamos. 

Sin darnos cuenta, y entre abrazos y buenos deseos empieza la carrera, y con mi amigo (y compañero de tantas andanzas fondistas) Daniel Millera, con Raúl Aguilar y José Mª Torres (pedazo de deportista!) otros dos amigos, nos ponemos a correr tras Alexis, mi podólogo y globo del 1.50:00. Por aquel entonces ese era mi objetivo. Ya en el km. 3 dejamos el globo entre charradas y risas, hablando de comidas, cenas, café irlandés...todo ello en un ambiente festivo y muy divertido. 

Al llegar al polígono ví que en la primera subida iba bastante bien y confiado; aún sin quererlo mantuve ese ritmo y me fui despegando metro a metro de mi trio de amigos. Era el km. 7 y Daniel me gritó "este Angel va hoy como un toro, que se nos marcha". En ese momento me sentí fuerte y seguro; no es lo habitual para mi dejar a nadie en carrera, suele ser al contrario, siempre soy yo quien es distanciado del grupo. En fin, no era para tanto, pero no me quejaba; tenía a tiro a dos corredores "sedetanos" sobre cuya camiseta y aquello de "ya corríamos con los romanos" habíamos hecho alguna broma previamente. Y en esas estaba yo, adelantando a los sedetanos, cuando alcancé a Mariano J. Bes. Mariano es un andorrano del Kolectivo Vertikal con quien comencé una animada charrada, y en cuya compañía fuí sumando kilómetro a kilómetro, hablando de carreras de montaña, subidas imposibles, circuitos...se me pasó el polígono en un suspiro. 

 Mariano me decía que como no había entrenado, no iba a hacer tiempo, le bastaba acabarla, y que tiraría a partir del Itaca. Yo le dije que estaba encantado de disfrutar de la compañía; me tomé mi gel, y fuimos pasando a algunos corredores; en los cruces animaba a los amigos, a mi prima Cris...y hete aquí que después del Pozo de San Juan nos plantamos tras el tramo más complicado del poblado, llegando al Itaca, y siendo alcanzados por Raúl. En ese momento y como sé que conmigo poco menos que iban del ramal, les dije que atacasen cuesta abajo, que yo iba bien, pero justo, y que veía a tiro mejorar mi marca de Huesca de 1.50:09. (modesta, o muy modesta, pero mía); entonces me dijeron que me iban a ayudar a lograrlo, que íbamos muy bien, y seguiríamos juntos: Raúl comentó, "Tranquilo que bajamos seguro". Y desde entonces mis compañeros, pasaron a ser liebres; hablamos, me motivaron, me animaron; Mariano insistía en mi respiración...Raúl avisaba que teníamos el globo de 1.50 apretando por detrás...y en el 18 damos un tirón; apretamos algo más; a Mariano le animaba mucho la gente; vimos en el cruce a Daniel Millera, que teníamos a algo más de un minuto, le animamos y nos dijo que iba justo de fuerzas. "¡Venga Daniel que ya queda menos!"

Llegamos a la Avenida, donde más público se concentra, y mis compañeros me dijeron que lo teníamos hecho; les dije que tirasen a tope y se marchasen, que yo ya estaba encantado; pero no me dejaban; en una de las bajadas Mariano insistía, "estiramos la zancada; zancada larga", y así llegamos al km. 20, esto está hecho. En los 3 últimos kilómetros no habíamos dejado de pasar corredores, y a muy buen ritmo entramos a las pistas; le dije a Raúl que esprintase, y cuando estábamos en la recta de contrameta me dijo que teníamos el 1.48:30 a tiro. Esprintamos en los últimos 200 metros, y pasamos a 4 o 5 más; llegamos en 1.48:30 en crono (1.48:20 en mi reloj). Me acordé de Natalia y los niños, iba por ellos. 

Estaba loco de contento. Me abracé a Mariano y Raúl y les dí las gracias, sin ellos no lo hubiese conseguido. Lo había logrado. Por fin!! Mi barrera psicológica después de 9 medias. Y es que lo que hace la fuerza del grupo, no lo logra la soledad del fondista. 

Bebí, estiré un poco el soleo, y comencé a buscar a mis amigos: a Enrique, a mi primo Ignacio, Ramón, los hermanos Peralta; animé a Daniel que entraba entonces, esperé a mi prima....en fin que casi ni hice mis estiramientos de lo contento que estaba. Bebí mucha agua, anduve de un lado a otro, chutado a tope de endorfinas, y más feliz que todas las cosas. Aplaudiendo a los que llegaban, compartiendo sensaciones, risas, bromas....

Un lujazo, todo espectacular; ya he bajado de mi barrera psicológica, y estoy encantado con ello. 

Felicidades a la organización, a los vencedores, a los keniatas de Alcorisa, Oscar y Raúl; a Chusta y Abel, que hacían doblete tras la carrera de la Iglesuela; a Ignacio que está como un toro; a Fernando, Moíses el debutante, Enrique, Carmelo, Ramón, Raúl, Daniel, Miguel Ángel, a Torres (me quito el sombrero con Torres); a mi prima Cris que se esperó a una amiga para llevarla a meta; a Merche la otra debutante, a Ana Cris, a Mariano, Santi, Alberto...a todos, de 10. Grandes los 24 corredores de Alcorisa Fondistas

 

P.D.

Espero que todos los rumores sobre que no volverá a celebrarse sean infundados, la Media de Andorra es tan necesaria, como divertida. Volveremos!!

III TRAIL LOS ZOQUETES

III TRAIL LOS ZOQUETES

 El domingo 22, después de meses de preparativos, unas últimas semanas muy intensas, y muchas ganas, se disputó el III TRAIL "LOS ZOQUETES" que organizamos desde el Club Alcorisa Fondistas.

 En esta ocasión dos novedades importantes, el adelanto de la fecha (que tal vez no debamos repetir por aquello del calor que pasamos) y el nuevo recorrido, más duro y más divertido. El trabajo de estos años ha dado sus frutos en los 120 atletas inscritos, lo que supone 30 más que en la pasada edición, y con una tendencia a seguir creciendo.

 Después de madrugar para el montaje, ultimar los detalles, tras la jornada del sábado, teníamos todo listo. Cuatro Avituallamientos, voluntarios locales, protección civil, amigos de "Montes Baturros" con sus bicicletas. El ambiente que se vive en el parque en los minutos previos es una pasada, da gusto sentir ese gusanillo que late en todos los corredores; esos nervios propios de quien va a salir a una carrera, aunque no tengas más intención que la de acabarla. El ir y venir, la música, estiramientos, fotos...

  Y a la hora prevista, con un ligerísimo retraso, el cohete anunciador y el inicio de la carrera. Como siempre a cola de pelotón, tranquilo y a disfrutar de la mañana, que uno no está para muchas alegrías, con un entreno corto, poco continuado, y algo irregular en cuanto a la planificación. Saliendo una o dos veces por semana, y con tantas fiestas de por medio, lo que quiero es disfrutar y acabar. Salimos en un grupeto y allí con Daniel y Ricardo vamos charrando y disfrutando de la mañana. A esas horas la temperatura es un escándalo, y al ir por la riera la cosa aún se disfruta más. Cuando llegamos a la parte dura, la primera de las subidas a los toboganes del cortafuegos del Pinar, voy muy bien, contento y con buenas sensaciones, pero en cuanto concluímos ese tramo comienzo a padecer a mi peor enemigo, el calor. (Aún no me explico que hice yo aquel año de la Desertica Extrema, un sábado a las 4 de la tarde y con 38º para acabar tan bien). Noto como me sube la temperatura corporal, como se calientan mis brazos, mi cabeza...y empiezo a no sentirme tan fuerte como creía. Bajamos un poco el ritmo y sigo con Daniel, pero en la subida de la Torre Montaña le digo que se vaya, que yo voy a subir andando. Me voy mojando con mi bidón y bebiendo, pero se me acaba el agua. Llego al avituallamiento al coronar la cuesta y me bebo dos botellines, me remojo con otros tantos, lleno el bidón, me como la naranja, y noto que sudo como un animal. Sigo para delante sólo y llevo a 3 corredores a tiro, pero no me atrevo ni a acelerar, ni nada, me limito a seguirles, y me pongo a la altura de otro fondista que tampoco tiene su mejor día. 

  Sigo con esa sensación de calor insufrible, y me digo que va quedando menos; ya estamos en el camino de la huerta, y aunque sigo muy acalorado, la sombra me da ánimos. Los últimos 3 kilómetros los había hecho en 18 minutos, no puede ser que me arrastrase cuesta abajo. Fatal. Al entrar por la chopera acelero un poco, que quiero bajar de 1.50, paso a dos corredores y les advierto del fango que espera en el 18. Sigo para delante y ya estoy en el parque, acelero en los últimos metros y allí está mi pequeño Adrián, como en Benasque, para cogerle en brazos y cruzar la meta. Cumplo el objetivo y me tiro al suelo, tenía tanta calor...

  Pese a no dejar de hidratarme en todo el recorrido, y al terminar beber varios botellines de agua, el aquarius, dos o tres cervezas, me peso en casa y había bajado casi 3 kg. El termómetro llegó a los 29º, y eso hizo mella en mucha gente que lo paso mal. Acabe muchísimo mejor en el Aneto, debe ser la alta montaña y la temperatura de Benasque. 

  De cualquier modo es otra carrera más, otro día disfrutando con amigos y con la familia. Da gusto participar de esta gran familia fondista alcorisana, que continúa creciendo. Volveremosa vernos para la Media de Andorra. 

La Vuelta al Pico Cerler. Ya soy corredor de Montaña.

La Vuelta al Pico Cerler. Ya soy corredor de Montaña.

 

 

            Bueno, pues ya está. Misión cumplida. Lo que hace 3 meses parecía un sueño, hoy ya es una certeza más. Lo que me parecía imposible el 17 de junio, ya no lo es un mes y medio después. Ya tengo mi Trail en el bolsillo, ya ha caído mi primera carrera de montaña de verdad. Nada de lo que había hecho hasta la fecha se parece a esto.

            Tras la carrera de Montaña de Alcaine, dejé de correr un par de semanas por la dichosa tendinitis (10 de marzo), y luego en mi viaje a París padecí un esguince que se complicó en la rehabilitación y que me impidió correr hasta ese 17 de junio. En abril supe del Trail del Aneto por mis amigos Raúl Leorza y Chusé Hernández; me decía a mí mismo que en 3 meses preparaba la Maratón de las Tucas, y ahí estuve esperando, semana tras semana, a que mis dichosos soleos y los tendones me diesen tregua. Pero no llegaba el día, no había manera de entrenar y mi ilusión se desvanecía. Por fin el 17 de junio probé 45 minutos y me vi en condiciones; el 19 1.15 min…alguna que otra molestia, mucho estiramiento, y a seguir. Por las tardes Alcorisa-La Mata de los Olmos por caminos, 18 km. y buenas sensaciones.

            El 17 de julio me decido a inscribirme, pero pese a que Raúl  y Dani Ayala (acabó el 18 en la maraton) insisten en que pruebe con la Maratón de las Tucas, mi sentido común me dice que no me embarque en imposibles, que tiempo habrá el año que viene, y que no quiero que nadie se amargue el día por mí.

            Me dedico a hacer tiradas de dos horas, el 22 salgo por última vez. Procuro no pensar mucho en la carrera, miro el perfil y poco más. El 26 y en familia marchamos a Benasque. Tan confiado y tranquilo iba que pensaba que la carrera era el sábado; mi amigo Chusé Hernández, responsable de aquel cotarro, me advierte de mi error, y me dice que es el domingo. Pues nada, a esperar. El sábado lo pasamos animando a unos y otros, a los ultrahombres y ultramujeres del Gran Trail, del Trail, de la Maratón….que pasada! Como se agradece el aliento en esos momentos, que bestias que son.

            Por fin el domingo llega el día, y suerte que mi amigo Raúl me da algunos consejos; me deja su chubasquero (el mío lo olvidé en Alcorisa), me deja una loción para las rodillas, me aconseja sobre los ritmos, sobre el uso de geles. Y a las 9 en la Avenida de los Tilos, a la cola del pelotón, y viendo el panorama; gente muy, muy preparada, de lo más competitivo, y gentes como yo, a verlas venir. Comienza la carrera, ambientazo, y para empezar cuesta abajo hasta Anciles; voy tranquilo y pasando a gente, aunque debería de haber corrido más. Llegados a Anciles entramos en una senda, puro bosque de montaña; estrecha, muy resbaladiza por la lluvia, embarrada, y donde es más difícil adelantar que en Mónaco. Si hubiese apretado más en la salida, hubiese ido adelante del pelotón, sin tener que resignarme a ir al paso de los de delante; si podía adelantaba en curvas, pero a riesgo de caer.  A los 40 minutos me acuerdo y me tomo el primer gel. Las rampas normales, alguna durilla, pero sin asustar. Lo divertido era saltar los pasos de agua; y así llegamos a Cerler-Molino, en el 4.800, avituallamiento, como sandía y bebo; y de repente alzo la vista y me encuentro con las pistas de esquí; resulta que tocaba subir por ellas; las rampas ya eran más exigentes, la senda sobre la hierba; paso a 6 o 7 y veo que aún queda más subida. En ese tramo nadie de los que veo corre, todo es andar. Cuando coronamos, nos metemos por una pista de unos 1.500  metros, vamos corriendo y adelanto a otros dos o tres. Toca cruzar una torrentera de esas que bajan con fuerza, lo intento sobre las rocas, me deslizo y al agua, hasta la cintura! Qué bien que me sentó, que fresca y buena para mis piernas; sin parar sigo para delante y durante un par de kilómetros vamos corriendo; me junto con un madrileño al que veré muchas más veces, porque espera a un compañero; me dice que ya queda poco, unas rampas y a bajar. Yo tan iluso llego al Ampriú, final de etapa de la vuelta; me encuentro a una pariente lejana que espera a su novio, que cosas…me anima y me paro en el avituallamiento; entonces miro hacia arriba y veo lo que queda, o lo que la vista me alcanza; 1,9km que asustan por el desnivel; me lo tomo con calma; subida empedrada, muy técnica y con porcentajes de no menos del 30% y picos del 40%. Decido subir firme, a ritmo y sin parar; me tomo otro gel;  llevo 1.40 min. me digo que tengo que coronar antes de las 2.15; veo la serpiente multicolor por delante; vuelvo a pasar a gente; me animo con algún grito, me digo que estas zapatillas son cojonudas, vamossss y justo en el último tramo, el más duro, me adelante un corredor que sube corriendo y me deja acojonao; se para y le hace una foto a su novia que viene detrás y me pasa también; les digo que si tuviese fuerzas les aplaudiría. Al poco me pasa otro hombre mayor que parece un Barreiros por como respira. Un empujón y cima!! Madre mía que sobrada: estiro los soleos durante dos o tres minutos;  como melón, sandia, bebo agua y sin pensar mucho más, me lanzo al descenso.

            Voy sólo y durante un rato me alcanza a una mujer de más de 40 años, que en Anciles dijo sentir un pinchazo (menos mal…); hablamos y me dice que corre mucho por allí, que su abuela es de Orihuela del Tremedal…y se me va, porque lesionada y todo, pero como corre la tía. A mí esto de bajar me carga mucho, así que hago lo que puedo, me pasan 3 en el descenso por la pista de tierra y de nuevo me uno al madrileño, al que volveré a dejar al llegar a la cota 2.000; allí me paro con un chaval que estaba estirando y dolorido; me dice que va pinchado, y que siga; desde allí una bajada vertiginosa, por prados, con enorme desnivel, que empiezan a notar mis cuádriceps; en ese descenso me pasan 4 corredores, pero los tengo a tiro. De nuevo avituallamiento en Cerler, dicen que quedan unos 5 km. y yo veo que puedo bajar de las 3.30, así que apretó y paso a otro corredor antes de llegar a la senda; y allí me uno a los que me habían pasado, un chico y una chica; voy con ellos, pero no los puedo pasar, y tampoco me apetece hacer la cabra y caerme, así que voy un poco “frenado”, cuando veo Benasque entre la vegetación llamo a Natalia y le digo que estoy llegando; no se lo cree, je,je,je, me esperaban más tarde. Estoy un poco nervioso mirando los tiempos, porque quiero pasar a la pareja y no puedo, y nos han hecho tapón otros dos, y vamos en un grupeto lento.

            Por fin llegamos al polideportivo y no lo pienso, los adelanto y paso a otros dos corredores más, llego a la Avenida los Tilos entre aplausos, ambientazo, niños que te chocan las manos, y busco con la mirada a Natalia y los niños; justo a unos 30 metros de meta los veo; los cojo, les beso, cargo a Adrián sobre mi brazo, le doy a Lorién la mano y cruzo la meta. Bien!!!!

            En el crono me dan 3 h. 28 min. en el mío me salen 3.27, pero me da igual. Me siento genial, no acabo cansado, y estoy con mis hijos y Natalia; estoy chutao de endorfinas. Lorién luce orgulloso la medalla, yo me tomo una ambar y me abrazo a la gente que llega detrás de mí. Gracias a todos, a todas, a mi gente, a Natalia que me animaba, a mis niños que son mi mejor motivación, a mis compañeros y amigos Fondistas que me jaleaban en la distancia; a Dani, a Raúl, que lujo de consejos.

          De la organización no tengo nada que decir; sí que hay carreras mucho más pequeñas en las que miman más al corredor, pero yo no fui a Benasque en busca de mimos. El aplauso del público ya era suficiente. Sabía de mis límites, y sabía que con mes y poco de preparación, no podía hacer la maratón, si acaso arrastrarme, pero nada mas; veo que hay mucho tarao que se piensa que es Kilian Jornet, y creo que todo esto es más serio. 

            Ahora, con los dos días que han pasado, pienso en lo bien que me vino no obsesionarme con trazados, tracks y demás historias que me hubiesen condicionado mucho; sabía que era duro, y me había preparado para ello; no sabía que era tan duro, pero he vencido a la montaña, a pesar del dolor de hoy en mis cuádriceps, a los que cargué sin contemplaciones en los descensos. No había hecho, ni imaginado algo parecido, pero volveré a por más. Nada como sufrir en la montaña, buscar el consuelo en los paisajes, en el aplauso espontáneo, en el corredor que llevas delante. Nada como sentir esa brisa, el agua, nada como el aire libre.

            He decidido que yo de mayor quiero ser corredor de montaña. 

I TRAIL LOS ZOQUETES

I TRAIL LOS ZOQUETES

El domingo un puñado de amigos, llevamos a cabo una ilusión compartida desde hace muchos meses. Por fin vimos realizado el sueño de organizar una prueba de fondo en Alcorisa, y así celebramos el I TRAIL LOS ZOQUETES. Llevábamos meses preparandolo todo, y no queríamos que nada quedase al azar.

Hicimos un gran esfuerzo involucrando a amigos, familiares, conocidos..."persuadimos" a más de uno para que corriese la prueba. Y me alegro por esos amigos y conocidos que se decidieron a dar el paso, y luego lo disfrutaron muchísimo, como mi prima Cristina (una de las dos únicas alcorisanas), como Esther, Raúl, Luis Antonio, Alberto... 

Con más de 100 inscritos y una prueba corta de iniciación (8,3 km.) y otra larga (18 km) nos dispusimos a celebrar la carrera. El domingo amaneció soleado, y temprano, antes de las 8 ya estábamos ultimando detalles, revisando las señales, montando la meta, los avituallamientos, organizando a los voluntarios, trofeos, megafonía, tienda, puesto de control....

Los atletas fueron llegando y se respiraba un ambiente de día grande. A las 10.00 a.m todos bajo la línea de salida, con ilusión, nervios, y muchas ganas de darlo todo.....y empezó el TRAIL. En los primeros instantes son muchos los que te pasan, mientras coges ritmo y yo me coloqué a la cola, en mi lugar natural. Al fin y al cabo soy un diesel, con fondo, pero sin demasiada fuerza. Hasta el kilómetro 5 fui con un grupete, y en las cuestas que había hasta el 7 preferí subir a mi marcha y esperar a mi amigo Miguel Ángel Royo. Juntos compartimos carrera hasta el kilómetro 13, que es dónde empecé a ir algo más justo. Entonces me quedé sólo y decidí dosificar y darme tiempo, no me veía mal del todo. En el kilómetro 15 me dí cuenta de que llegaba sin problemas, y seguí dosificando, pero al llegar al 17 un muro se levantó ante mí. El último kilómetro se me hizo eterno, iba sólo, no había nadie, y sólo pensaba en llegar a meta, en ver a Lorién, a Natalia...pensaba en esos ánimos finales y en que cuándo llegase a meta me dejaría caer. Pero no tuve esa ocasión, porque cuentan los muchos que estaban allí presentes que me desvanecí. Y la cosa fue algo más seria de la cuenta, porque hubo evacuación en ambulancia, goteros, noche en el hospital...en fin un circo. Suerte que estábais allí, que me socorristéis, que me cuidásteis en esos momentos tan complicados. 

Ahora sé que me deshidraté por completo, que debía de haber corrido los últimos kilómetros con algo más de cabeza, que debía haber bebido más, dormido más...que debía haberlo tomado más en serio. De todo se aprende.

Me quedo con el éxito deportivo de la prueba, y con el cariño que me ha demostrado tanta gente, que me ha llamado y se ha preocupado por mí. Y desde aquí dar las gracias y la enhorabuena a esos ALCORISA FONDISTAS que lo han dado todo por este I TRAIL, y que son la clave del éxito. A Raúl Aguilar, Carmelo Peralta Jesús A. Navarro, Fernando Peralta, Oscar y Raúl Carreras que son unos máquinas. Al amigo Abilio Andrés, que sin poder correr lo dio todo en la organización, igual que el siempre eficiente Alejandro Belenguer; a mis compañeros de fatigas y entrenos Enrique Espallargas, Daniel Millera, Armando Pérez, Miguel Ángel Royo y mi querido primo Ignacio Hernández, sin cuyo apoyo y compañía no podría hacer nada. Y a todos los que de un modo u otro colaboraron en este sueño hecho realidad, que pude convertir en pesadilla (prometo no volver a hacerlo). Gracias y seguimos encontrándonos por esos caminos. 

Media Maratón de Zaragoza. (otra muesca más)

Media Maratón de Zaragoza. (otra muesca más)

  El 9 de mayo además de celebrarse el Día de Europa, se celebró la Media Maratón Ciudad de Zaragoza. Se trata de una de esas pruebas que me apetecá disputar, y hacerlo en compañía de mis amigos Fondistas. Así que a las 7 de la mañana partimos camino de la capital del reino, dispuestos a disfrutar de nuestro deporte favorito. Se vivía un ambientazo de gala, más de 1900 atletas con ganas de tomar las calles de Zaragoza. Reconozco que impresiona el empezar una prueba en la que necesitas más de 3 kilómetros para empezar a correr con algo de anchura y comodidad.

  Se esperaba lluvia, pero lo que hubo fue mucha humedad y bastante calor para mi gusto.

  En la línea de salida, Carlos Gasión, Ignacio Hernández, Armando Pérez, Daniel Millera, Enrique Espallargas, Miguel Ángel Royo y un servidor. Carlos marchó con los de cabeza, y el resto salimos juntos, pero a los 3 kilómetros se hizo la selección natural. Daniel, Miguel Ángel y yo, decidimos seguir a nuestro ritmo, y en el kilómetro 6 nos dejó Miguel Ángel. Por aquel entonces la cabeza ya nos sacaba 4 kilómetros de ventaja, hay que ver como vuelan los africanos. Con Daniel fuimos a un ritmo cómodo, saludando a la gente, disfrutando del ambiente y charrando.

  En la segunda vuelta subimos algo el ritmo, pero ya vimos que el objetivo de bajar de 1.50 se hacía imposible. Se nota un invierno con muy pocos entrenos, el tiempo no nos ha dado tregua y hemos salido muy poco. Estábamos bien para una 10 k, pero algo cortos para la media. En el kilómetro 18 viendo que me sentía fuerte y que no quería hacer más de 1.54 apreté, y lo cierto es que me salió bien, baje de 4.40 el kilómetro, di caza a bastantes atletas, y entré muy fuerte en meta, mucho más entero que en la 10 k, y  recuperando muy pronto, por lo que sé que pude haber hecho un mejor tiempo. Lo dejamos para otro día con más preparación, pero esta es una de esas pruebas que señalaremos en el calendario.

  Al final acabé el 1326, sobre un total de 1907 inscritos. Oficialmente quedé a 5 segundos de mi marca, aunque creo que los 3 primeros kilómetros con tantas apreturas, jugaron en nuestra contra a la hora de bajar el crono.

   Mis compañeros estuvieron pletóricos todos ellos, y es que aunque algunos acabasen con peor tiempo que el mío, hay que tener en cuenta lo cortos que íbamos de preparación, y el hecho de haber salido 2 veces en 15 días. En fin que todo cuenta, pero que yo me sigo quitando el sombrero ante todos, por permitirme disfrutar de este deporte, por animarme a seguir adelante y porque por encima de todo lo disfrutamos y lo pasamos pero que muy bien.

   Lo mejor de todo la compañía, el gustazo de volver a hacer una muesca más en nuestras zapatillas, el conocer otro escenario, y el disfrutarlo con los amigos. Recorrer las calles Zaragoza paseando el nombre de ALCORISA FONDISTAS, sentirte libre en aquel asfalto, el tramo de la Plaza del Pilar, de Calle Alfonso, Independencia, un lujazo, además del ambiente que se vivía. Pensé en Lorién en muchas ocasiones, y en Natalia que tanto me anima y me consiente para que disfrute de esta pasión más a menudo de lo que debiera. Es a ellos a quienes les dedicó cada una de mis carreras, cada vez que cruzo una línea de meta, porque son mi aliento y mi mayor orgullo. Os quiero. 

 

Media Maratón de Andorra. (Prueba conseguida)

Media Maratón de Andorra. (Prueba conseguida)

     Ayer acabamos la semana de la mejor manera posible, corriendo con los amigos la Media Maratón de Andorra, en excelente compañía, con muy buen tiempo y con muchas ganas.

    Fue una mañana de lujo. A la vecina Andorra, en un día que amaneció frío y despejado, nos desplazamos 21 alcorisanos, en lo que supuso la puesta de largo oficial de ALCORISA FONDISTAS, el Club de Atletismo que hemos fundado en Alcorisa, y que resulta un ejemplo más del impulso asociativo de nuestro pueblo. Equipados todos con nuestro equipaje del club, nos dispusimos a tomar la salida junto al resto de los 270 atletas que ayer nos reunimos en las pistas de atletismo de la Villa Minera.

    El comienzo fue fulgurante, como todos, pero más o menos la experiencia de otras carreras ya nos hace colocarnos a la cola del pelotón y desde allí empezar el trote. El primer kilómetro, por aquello del tumulto lo hicimos en 5 min. 30 seg. El segundo en 5´10" y en adelante nos movimos en esa orquilla. Junto a Daniel, Ignacio, Torres, Abilio, Zuque y Guti fuimos devorando los primeros kilómetros. A la entrada del polígono Guti se descolgó. Le recomendamos ir a ritmo e ir quemando los kilómetros.

    Yo aguanté el ritmo de mis compañeros hasta el km 11, y ahí decidí bajar un "piñón" para ir más a gusto de cara a la parte más dura del recorrido. Me quedé solo y me dispuse a dosificar y disfrutar de lo que quedaba. En el 16 consumí la bebida energética que llevaba, y es ese momento cuando supe que iba a pulverizar mi marca del año anterior. Pasado el kilómetro 18 y tras ir dando caza pacientemente a quienes me precedían, me di cuenta de que aquello estaba hecho. En el 20 empecé a subir la marcha, y en una vez en la pista lo di todo para acabar en 1 hora, 54 min 8 segundos. Justo 5 minutos mejor que en mi debut del año pasado.

    Acabamos todos, algunos por debajo de 1. 20, que es un tiempazo, muchos entre el 1.30 y el 1.50. Otros simplemente, acabamos, que no es poco.

    A cualquiera que lleve un tiempo en este del atletismo probablemente esto le parezca una minucia, pero para mi es un reto y me hace una enorme ilusión.

    Gracias a mis amigos Fondistas, a Armando, Daniel, Abilio con quienes me enganché a esta afición y a algunos otros que se han ido sumando después, como mi compañero el "Tragapolvos" Guti,  como Dany "Zuque", que ayer perdieron su virginidad en una media, Enrique, Pascual y a otros muchos con los que comparto estos buenos ratos, lo he vuelto a lograr.

    Como siempre mi gente, Natalia que lo es todo para mí, mi apoyo, mi aliento, mi vida. A ella le debo cada obstáculo que sorteo. Es a ella a quien se lo dedico, como todo lo que hago. Fue ella quien me convenció de que podía, y gracias a su aliento lo consigo. Ahora nos consagraremos al momento más importante de nuestras vidas, que eso si que es un sueño, y otro rato hablamos de politicas varias.

10 K

 

Lo de La Comarca del viernes pasado

El domingo pasado junto a más de 500 personas, hombres y mujeres de diversa procedencia, participé en la  10 K, que el club Tragamillas organiza en Alcañiz. Aquello fue una verdadera fiesta del atletismo, del deporte de calle, y una iniciativa que debe ser tenida en cuenta. La organización merece todas las felicitaciones posibles, a la vista de cómo transcurrió la jornada, y del ambiente reinante. Se puede decir que resultó impecable, y del mismo modo asegurar que la cosa irá a más.

Como se dice en estos casos lo importante es participar y no es un tópico. Se trata, de que poco a poco se consoliden este tipo de pruebas en nuestro calendario, y es que la iniciativa de los clubes va creando afición y va dando solera a esta tierra. Es bueno que entre tanta champions, tanta fórmula 1 y tanta “estrellita” como anda suelta, a la gente le de por calzarse unas zapatillas y salir a correr, sin más. No es por nada, pero me identifico más con pruebas como esta, que con todo lo que representa la Ciudad del Motor. Es cuestión de gustos y de bolsillos.

La 10k no fue lo único, porque el fin de semana pasado, la tierra baja dio para un derbi de la máxima en la Liga Nacional de Fútbol sala, entre el Andorra y Alcorisa (ojala se salven ambos), una prueba para discapacitados organizada por FADDI, la liga de tenis, la BTT de Andorra Sierra de Arcos, el maratón de baloncesto solidario…y podríamos seguir detallando un calendario de lujo y de lo más variado. Deporte de sufridores, de los que pelean por un patrocinador, sorteando trabas oficiales y zancadillas burocráticas.

Con tanta WII y tantas gaitas, uno se alegra de que triunfe el deporte de verdad y volvamos a la calle y al pabellón. Vivimos rodeados de naturaleza, tenemos instalaciones y un paisaje de privilegio, aprovechemos la ocasión.

Que cunda pues el ejemplo entre la clase política, y que no se escatimen esfuerzos a la hora de potenciar y educar en la práctica de todo tipo de deportes. Sería un lástima dilapidar tanto talento y tanta afición por cuatro perras y el dichoso papeleo, cuando al deportista le basta con poco más que unas zapatillas.

10k Alcañiz

10k Alcañiz

 

 ha sido otro de esos fines de semana sin desperdicio, reuniones varias, Comité Nazional de CHA, celebración familiar y charla republicana el sábado, y ayer la 10 k de Alcañiz. La de ayer fue una mañana grande, de atletismo divertido, popular, de calle. Hsta 515 corredores y corredoras en las calles de Alcañiz para hacer un recorrido de 10 km, puntuable para el campeonato de Aragón. No había participado en ninguna de sus dos ediciones anteriores, pero lo cierto es que está muy bien organizada. 

Hasta allí nos desplazamos 18 "correndones" alcorisanos, algunos que hicieron un tiempazo, como Erik y Gregorio, y el resto en muy buena tónica. Por allí nos bajamos los amiguetes del atletismo, con quienes tanto aprendo y disfruto este tiempo, y pronto hará un año. Con Daniel, Armando, Abilio, Enrique comparto tardes de entrenamientos y muy buenos ratos, cenas y celebraciones incluídas.  Ayer y hablando entre los alcorisanos presentes maduramos la idea de hacer un club, y creo que en poco tiempo la cosa es posible que tome cuerpo. La foto es con Armando y Daniel, pedazo de corredores y de buenas personas.

Lo mejor son las ganas de emprender nuevos retos, de ir a  nuevas carreras, de compartir esas sensaciones y reflexiones, que es de lo que se trata. Cada día disfruta más de esos ratos, Natalia me anima sin parar y lo mismo recibo del resto de mis amigos y familia, que me alientan en esta nueva aventura. Rebajé mi marca personal en 2.50, que para mí es un lujazo, y me quedé en 49.50, logrando el reto de bajar de los 50 minutos. Lo dicho, que otra muesca más, y las que seguiremos corriendo.....

I San Silvestre Alcorisa

I San Silvestre Alcorisa

Aquí dejo una foto de mis amigos Abilio Andrés, Daniel Millera y Armando Pérez. Junto a algunos otros que se nos suman, y con quienes compartimos la pasión por correr, impulsamos en la Nochevieja de 2008 la I San Silvestre Alcorisana. Ya tenemos un activo más en el pueblo, y el éxito fue total, de la nada y con medios artesanos disfrutamos de un ambientazo en toda regla. 64 aguerridos y aguerridas alcorisan@s que con disfraz o sin él, pero con muchas ganas de pasarlo bien se dieron cita en la Plaza de los Arcos, para correr los 2 k.m del recorrido. Una docena de voluntarios y mucho, mucho ambiente de fiesta.

Hay que agradecer a todos aquellos que nos echaron una mano, su apoyo, y sobre todo a quienes vinieron a pasarlo bien y a disfrutar del acto. Al año que viene seremos más y lo haremos mejor, eso seguro. Para el recuerdo y la historia quedará la victoria de Gregorio Andrés Torres, disfrazado de gueisha, que con un tiempo de 6.18 dejo inscrito su nombre como el del primer vencedor de la prueba.

Esta fue la constatación de que en nuestro pueblo nos basta con la gente y con las ideas. Algún día habrá que enumerar todas las aventuras que hemos emprendido y que hoy son una realidad. A buen seguro que esta será una de ellas.  Ahora a pensar en la próxima, que algo tenemos en mente.