N-232 LA CARRETERA QUE CUESTA VIDAS
Lo del desdoblamiento de la N-232 es algo más que un clamor. Es la constatación de
una tomadura de pelo, es una falta de respeto agrante hacia la ciudadanía bajoaragonesa,
hacia los usuarios de la vía y hacia los aragoneses (y especialmente los turolenses) como
contribuyentes.
Esta es una demanda que por histórica y repe&&va ha estado en las agendas de todos
los ministros de Fomento desde Alvarez Cascos hasta nuestros días; la han tenido sobre la
mesa los del PP y los del PSOE, y han sabido u&lizarla por igual como arma electoral, sin que
hasta la fecha hayamos visto el menor avance. Que no nos vengan tocando la moral.
Y la paradoja es que ya no sólo hablamos de una vía imprescindible para conectar el
Bajo Aragón con Zaragoza y el Mediterráneo, de una vía fundamental para dar impulso a
nuestra &erra y generar una alterna&va económica más viable. Desde hace un &empo
hablamos de seguridad, desde hace unos años hemos dejado en un segundo plano la vieja
reivindicación económica, para poner en primera línea la seguridad de los usuarios; esta vía
cuesta vidas, cuestas accidentes; la muerte de un joven de 22 años, un vecino de Castelserás,
es para desgracia de todos, y muy especialmente de los suyos, una tragedia irreparable. Y lo
peor es que no será la úl&ma víc&ma; porque entre el póngase bien y estese quieto, falta no
menos de un lustro para que el desdoblamiento de esa carretera, que hoy por hoy es
imprescindible, se lleve a efecto.
Está en juego la seguridad de los usuarios, la seguridad de quienes por imperiosa
necesidad deben circular sí o sí por esa vía; y está en juego ahora más que nunca, con el
invierno y la niebla como amenaza. Es el Estado es cómplice y responsable de este drama en el
asfalto. No podemos tolerarlo más, no podemos consen&r este ninguneo que hipoteca
nuestras opciones de futuro, y que para desgracia de todos, cuesta vidas.
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