ELOY FERNANDEZ CLEMENTE

Dejo aquí mi columna de opinión de La Comarca. Esta mañana he estado por Andorra, ha sido una delicia de acto, de homenaje. Ha sido un lujo encontrarme con amigos y maestros, y compartir ese rato de elogio y reconocimiento a la figura de Eloy. Mi enhorabuena al pueblo de Andorra y su Ayuntamiento por reconocer a sus hijos pródigos. Eloy se merece esto y mucho mas.

 

    A lo largo de este fin de semana el Ayuntamiento de Andorra ha dispuesto una serie de actos, que concluyen con el nombramiento como Hijo Predilecto de la Villa, a Eloy Fernández Clemente. Me parece uno de esos reconocimientos que engrandecen a las  personas y a los pueblos. Eloy es alguien a quien solo soy capaz de admirar y de tener en altísima estima. Tuve la suerte de conocerle y de ejercer como becario en uno de sus proyectos, lo que desde hace algo más de una década, me permite mantener una sana amistad y poder rendirle merecida admiración. A él le debo entre otras cosas, el hecho de canalizar mi formación para dar cabida a mis inquietudes.

     Eloy es una figura capital en el Aragón del último medio siglo. Recientemente y tras la muerte de su íntimo amigo José Antonio Labordeta, tuvimos ocasión de intercambiar impresiones; le estaba dando forma a otro proyecto, nunca descansa. A Labordeta, para quien promovió el Doctorado Honoris Causa, le animó para cantarle al Aragón de los 60 y 70. Eloy esta detrás de tantas cosas, como periodista, historiador, profesor y artífice de proyectos culturales. No se pueden enumerar todas. Es uno de los grandes sabios de nuestra tierra y de nuestro tiempo. Fundó ANDALAN, testigo imprescindible en la Transición y pago con la carcel; también participó del nacimiento del PSA; impulso la Gran Enciclopedia Aragonesa. Su vida esta ligada a la Historia y a la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, de la que fue Decano, en la que ha ejercido como catedrático y hoy como profesor emérito.

     Los aragoneses, Aragón, le debemos mucho a Eloy, le debemos un reconocimiento a la altura de su talla humana e intelectual. Andorra, su pueblo, da el primer paso. Ahora le toca el turno a otras Instituciones. De momento, enhorabuena maestro.