Los jetas
Esta es la columna que remití la semana pasada a La Comarca. Lo de los jetas irresponsables de la política lo digo por Zapatero y Rajoy, porque en los dos últimos años y con toda la que esta cayendo, no han tenido el valor de reunirse, y lo hacen ahora a la desesperada, en plan salvapatrias y par hacerse una foto que mañana será portada. A mi me parecen dos irresponsables que nos están hundiendo a todos, el uno por incapaz, y el otro por mezquino al pensar que así ganara. Que les den.
Que esta siempre ha sido tierra de pícaros, es algo que se decía tras la deliciosa lectura del Lazarillo de Tormes. Pero ahora del pícaro hemos pasado al jeta, sin más. En estos tiempos de crisis los jetas con todas las letras, surgen por doquier. Son muchos los que han tenido la santa jeta de vivir y lucrarse del cuento. Y no hablo de los que roban, hablo de los que no dan un palo al agua, critican, zancadillean, y permiten que todo se vaya al carajo.
Me parecen unos jetas los del tribunal constitucional, que en 4 años no son capaces de ponerse de acuerdo y resolver sobre cuestiones como el Estatut, marean la perdiz para no mojarse, mientras la Justicia pierde toda su credibilidad. Hace falta ser un impresentable para no cumplir con el trabajo por el que cobras, ni con las responsabilidades que se te asignan.
Otros jetas son la banda de politiquillos del tres al cuarto, pelotas de partido, que ni siquiera acuden a sentarse a sus escaños. Es que no es ni por votar lo que les dicen. Que poca vergüenza tienen los que en la peor crisis de nuestra historia hacen dejación de sus funciones, de la forma más irresponsable, abandonando a su suerte al ciudadano.
La coyuntura favorece a los jetas ocasionales, empresarios sin escrúpulos que se lucran en situaciones puntuales, pagando sueldos miserables o con subidas escandalosas de precios. Tenemos a los jetas mundanos, los que quieren vivir del cuento, de las ayudas públicas. Se saben la ley al dedillo y se dedican a ver la vida pasar a costa de los demás. Hay jetas domésticos que alquilan por "millonadas" conejares, cocheras o corrales, a los incautos que quieren venir a disfrutar del Moto GP. A todos les une la codicia, la desvergüenza y la irresponsabilidad. Son unos jetas.
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