Reivindico lo colectivo

        Ayer dimos comienzo a una nueva e intensa semana, en la línea de las últimas. Se dio por concluida la Fiesta de la Villa, en su edición de 2009, un éxito en lo que a crítica y público se refiere, solo empañado en el último tramo por el mal tiempo, que se empeño en querer aguarnos la fiesta. Dejo a continuación mi columna de la semana pasada en La Comarca, a propósito de todo esto y en otro momento hablo del lamentable y bochornoso espectáculo que nos brindó nuestro ex alcalde en el pleno del pasado viernes.

            Alcorisa celebra estos días su Fiesta de la Villa, una exaltación del municipalismo, promovida desde el asociacionismo. Se trata de un triunfo colectivo, que nace desde la base y que triunfa como una suma de esfuerzos; las asociaciones proponen y el Ayuntamiento que apoya. La receta del éxito.

            En el marco de esa celebración y desde 2005, tiene lugar un Pleno Infantil, en el que participan los alumnos del colegio. Es una experiencia de lo más gratificante. Tenemos el deber de abrir las puertas de los ayuntamientos a los niños y niñas, hacerles copartícipes de esa casa que lo es de todos. Igualmente es fundamental animarles a la crítica, a la participación ciudadana, a la implicación en el día a día de sus localidades. Ante la crisis política, resulta reconfortante escuchar la voz de los niños y su opinión sincera, al fin y al cabo son nuestro futuro. Animo a todos los pueblos y comarcas a que abran las puertas de sus plenos a los niños, a que escuchen la voz que nos gobernará mañana, y que aprendamos de su mirada crítica y de su inocencia.

            Reivindico desde este espacio que hay vida más allá del motor, que es necesario hacer masa crítica, crecer desde la cultura, apostar por lo propio, por la sociedad civil. Reivindico en estos días los plenos infantiles, las fiestas de calle, las ferias, la Fiesta San Martín en Crivillen, la Semana Cultural de La Mata, las jornadas del ITACA de Andorra, las charradas de Cierzo y Niebla en Hijar y todo aquello que emane desde la base, desde la tradición y la cultura. Reivindico el municipalismo como valor al servicio del colectivo, y la participación ciudadana como principio crítico y constructivo. Reivindico la suma de esfuerzos que permite sacar adelante aquellos pequeños proyectos que son los que nos hacen grandes.