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Entalto Aragón

EL JUSTICIA DE ARAGÓN

Mi columna del Viernes en La Comarca

           El 20 de diciembre de 1591, el Justicia de Aragón Juan de Lanuza, en aplicación de los Fueros de Aragón, y tras un largo proceso judicial, falló de forma contraria a los intereses del Rey Felipe II. El proceso y las reacciones del Rey provocaron la indignación de muchos aragoneses que se sublevaron contra el monarca. Este en respuesta  ocupó el Reino de Aragón y mando decapitar al Justicia Juan de Lanuza, por oponerse a que los ejércitos de Felipe II de Castilla, entraran en Aragón,  al ser esa una decisión “contra fuero”. Todo ello aún a pesar de que los fueros de Aragón, habían sido jurados por dicho Rey y con ello se había obligado a respetarlos. Aquel fue el principio del fin de la soberanía aragonesa.

            El Justicia de Aragón surgió a finales del siglo XII, era tras el monarca, la institución más importante del reino de Aragón.  Mediaba entre el Rey de una parte, y la nobleza y la ciudadanía de derecho aragonesa de otra, además de interpretar el Derecho Aragonés. Recordaba a quien gobernaba que las leyes las debían de cumplir todos, incluido quien las promulgaba. El Justiciazgo es una institución aragonesa, es una parte fundamental de nuestra historia y de nuestra identidad. Recogida en el Estatuto de Autonomía, siendo su primer titular desde su reaparición en 1982 Emilio Gastón. Sus funciones son defender al ciudadano de las actuaciones irregulares de la administración, defender el Estatuto de Autonomía y tutelar el ordenamiento Jurídico Aragonés. Hoy seguimos recurriendo a su figura en defensa de nuestros derechos.

            El pasado 5 de octubre el Alcalde de Zaragoza mandó izar en la Plaza de Aragón una gran bandera española ante el monumento al Justicia. Quienes tenemos una memoria histórica menos selectiva que la que sólo repara en acontecimientos de significación patriótica española, percibimos como una provocación deliberadamente buscada el que se coloque como enseña preeminente en el cuadro de banderas (españolas y aragonesas) que le rodean, precisamente la del Estado español. La “rojigualda” podría ondear en nuestra capital en muchísimos otros lugares no menos emblemáticos, dignos y populares para los homenajes a otros símbolos.

            Cabe exigir a los responsables el más decoroso respeto para uno (tal vez el más importante) de los espacios identitarios del aragonesismo, y máxime en tal fecha como hoy. Hay espacio para todos y sobre todo lugares para el respeto, porque mal que les pese a algunos eso también es Memoria Histórica.

3 comentarios

Mestizo -

O la del toro de la Página del Mestizo, que mi tiempo me costó diseñarla con mi amigo el fafa

Ángel -

La verdad es que es mucho más cachonda, cojonuda

DANI MILLAN -

PUES QUE PONGAN LA DEL TORO QUE TE ENSEÑE EL SABADO EN LA CENA, QUE ES MAS GRACIOSA.