PANEM ET CIRCENSES

Mi columna del pasado viernes en La Comarca, después de un fin de semana muy entretenido. CUCHA Y PAÍS

 

La política del Panem et Circenses era una de las máximas llevadas a la práctica en la antigua Roma, mantener a las masas entretenidas para distraer su atención de otros problemas mayores. Ahora a los aragoneses nos tienen muy distraídos con la Expo, el foco que capta todas las atenciones. Comemos y bebemos Expo a todas las horas del día, y no negaré que a uno le pica la curiosidad el verla y que no está nada mal que la idea se desarrolle en Aragón, pero aún no ha empezado y tanta inauguración ya cansa. Lo curioso es que llevando el título de “Agua y desarrollo sostenible” sorprenda y moleste  tanto que el rio haga lo que ha hecho siempre, seguir su curso y en este caso inundar el recinto, que precisamente está ubicado en un meandro (el colmo de los sostenible).

El circo de nuestros días también es la Eurocopa, que tendrá entretenido a todo españolito de a pie hasta que la selección llegue a cuartos y haga las maletas. Entre tanto habrán distraído nuestra atención por unos días de los maravillosos problemas mundanos, sobre todo de ese alza imparable de los precios, del abusivo precio de los combustibles, o de la gubernamental subida de la luz. La crisis está ahí, es una evidencia, sube el paro, se dispara la inflación, se paran los camioneros, se paraliza el país, se dejan de vender los pisos, hasta la legionela ha llegado a Alcorisa… pero no pasará nada.

Para darnos el Pan nuestro de cada día y como colofón al mes, nos soltarán 200 € por obra y gracia de una promesa electoral, que hasta quienes no votamos a Zapatero podremos disfrutar. A día de hoy no da ni para gasolina, entre otras cosas porque apenas hay, y mientras al cantamañanas de Trichet le de por jodernos la vida con sus caprichosas subidas de interés, de poco servirán los parches. Nos enfadaremos con los pobres transportistas, con los pescadores, con la mama de Trichet y con “mariasantísma”, pero al final y como siempre tragaremos, porque aunque la culpa la tenga el Gobierno (ahora y siempre), al final el que se llevará las críticas y los cabreos será Luis Aragonés, que huelgas las que hagan falta y las crisis cuando tocan, pero con la Eurocopa hemos topao.