Un poco de reflexión

He visto como estos días muchos se acercaban a este blog a ver lo que opinaba, tras el descalabro del domingo. La verdad es que no tenía muchas ganas de opinar, estaba reflexionando, he estado tratando de entender lo que nos ha pasado, lamiendo las heridas y tratando de entender lo que en este caso me ha pasado a mí. Ha sido un golpe duro, y por suerte he contado con mis amigos, los de verdad, los que me han estado llamando todos estos días para mostrarme su apoyo. También he echado de menos a algunos, los que ya no se acuerdan, los que hacen rapiña, y los hay muy significados para mí. Me duele más eso que la derrota, me duelen más esas palabras y esas ausencias que los resultados del domingo. Duele lo que se dice y lee por ahí.

En estos años cuando uno se ha convertido en un personaje público, se tiene que acostumbrar a las críticas, a que no todo, ni mucho menos son parabienes, pero eso duele, eso se convierte en algo muy duro, y máxime cuando hablan los que tienen envidia, los faltones, los judas de turno, que los hay y muchos.

El escenario que se nos ha dibujado es el peor de los posibles, y lo es porque suceda lo que suceda, se avecinan 4 años en los que la crispación  va a ser la tónica dominante, y máxime porque ese discurso le ha dado muy buenos resultados al PP. Esta tarde me reúno con mi gente para valorar lo acontecido, además  de la inercia de Aragón, no se ha sabido entender nuestra labor en el Ayuntamiento, y hemos recibido este castigo, no hemos captado a los nuevos votantes, y hemos padecido ese falso discurso del tripartito, del que sale airoso Antonio, a la vista de su condición de nuevo candidato y de sus resultados. Eso y mucho más, que duda cabe, pero esto solo es la necesaria cura de humildad que merecíamos, así que seguiremos trabajando porque así lo ha querido el pueblo. Gracias de nuevo a los que nos habéis votado, a los que no lo habéis querido hacer, y a los que nunca lo harán.