¡No pasarán! (PARalizar la Ciudad, por Chesús Yuste)
Copio esto de Chesús Yuste, y con ello creo que está todo dicho. ¡¡¡NO PASARÁN!!!!
Vía Chesús Yuste
Desde que el año pasado el juez Albar suspendiera cautelarmente las obras de la Nueva Romareda ya se veía venir que poco antes de las elecciones dictaría sentencia y lo haría de forma contundente contra el Ayuntamiento de Zaragoza. Poca sorpresa cabe pues ahora. Con argumentos más políticos que jurídicos, la sentencia da la razón al PP-PAR y paraliza uno de los proyectos de la ciudad impulsados por el gobierno de la izquierda. El pecado, al parecer, radica en la permuta, que es un instrumento ampliamente utilizado por las más diversas administraciones públicas, desde el Gobierno de Aragón (PSOE-PAR) hasta el Ayuntamiento de La Muela (PAR). ¿Habrá que poner patas arriba todos los proyectos que han utilizado la permuta? ¿Por qué es ilegal en Zaragoza lo que es legal cuando lo hacen otros? Esta pregunta es la clave del asunto: lo que está en juego es el gobierno municipal. Los que perdieron las elecciones hace cuatro años han intentado por todos los medios paralizar todos los proyectos de la ciudad. Intentan conseguir el poder que no les otorgaron los electores pidiendo auxilio a jueces notoriamente conservadores. Que nadie se engañe: estamos asistiendo a un pulso entre la Derecha cavernaria que quiere paralizar la ciudad y la Izquierda que está apostando por modernizar Zaragoza. De eso se trata.
Para no repetir el mismo rollo del año pasado, prefiero reproducir aquí un artículo de opinión que escribí el 19 de abril de 2006 cuando se hizo público el auto judicial que suspendía cautelarmente las obras de la Nueva Romareda.
PARALIZAR LA CIUDAD
Chesús Yuste Cabello
El auto del juez Albar, que acaba de suspender cautelarmente las obras de la Nueva Romareda, es la gran noticia de la actualidad de la semana (y de algunas más probablemente). Resulta sorprendente que un juez paralice una obra que cuenta con todos los informes favorables de todas las instancias municipales y del Consejo de Ordenación del Territorio del Gobierno de Aragón, que ha sido ya adjudicada y que, de hecho, se empezaba a ejecutar el mismo día en que se dictó el auto. Un caso único en la jurisprudencia española e incluso europea. Igual que resultan sorprendentes las valoraciones políticas, económicas e incluso deportivas que emplea el juez Albar, primando los aspectos subjetivos sobre lo que deberían ser unos sólidos argumentos jurídicos que pudieran justificar la suspensión de las obras. Dicen los que saben que el juez se mete en camisa de once varas, cuando especula con el posible beneficio para la empresa adjudicataria si se retrasara el proceso porque se revalorizaría el solar, cuando alude a la “desgraciada debacle del 12 de abril” en que el Real Zaragoza perdió la Copa (lo que le aleja de las competiciones europeas la próxima temporada), cuando comenta que, como la Romareda lleva 50 años así, puede seguir 7 años más o cuando minusvalora las necesidades sociales del Real Zaragoza (que pretende ubicar las sedes de la Asociación de Veteranos y de la Federación de Peñas en el zócalo del nuevo estadio). Incluso el juez, como vecino, se permite hacer juicios de valor sobre las molestias que ocasionan las obras, a pesar de que ese asunto no se aborda en el recurso del PAR. Parece que ha nacido un “juez-espectáculo” en Zaragoza, que incluso se deja entrevistar por la prensa, algo absolutamente inusual en su profesión. Hasta el juez Garzón decía que “los jueces sólo hablan en las sentencias”.Pero sin duda la clave del auto es la fianza que se impone a los demandantes (los dos concejales del PAR) para ejecutar la suspensión de las obras: sólo 200.000 euros. Cifra ínfima si tenemos en cuenta que las obras valen más de 70 millones de euros y que el retraso en su ejecución va a generar unos perjuicios enormes a la empresa adjudicataria que deberán pagar los ediles del PAR si, al final del largo proceso, los tribunales dan la razón al Ayuntamiento. En medios jurídicos se comenta que en un caso de esta envergadura correspondería una fianza de varios millones de euros, entre el 5 y el 10 % del montante total de la obra. Obviamente una fianza ridícula sólo busca que nada impida la paralización de la obra.
¿Qué hay detrás de este auto judicial? La voluntad de la Derecha política (el PP y el PAR), a las órdenes de la Derecha económica y mediática, de paralizar, de frenar, de obstaculizar por todos los medios la gestión del equipo de gobierno PSOE-CHA. ¡¡Son capaces de pagar para que no se hagan las obras!! ¿Dónde queda la lealtad de la oposición democrática? Nos encontramos ante un clarísimo ejemplo de una oposición destructiva, que practica el obstruccionismo, que no presenta alternativas serias y que, cuando pierde las elecciones y pierde democráticamente los debates en el Ayuntamiento, acude a los tribunales para intentar enturbiar y retrasar los proyectos. PAR y PP, juntos de la mano, como debe ser, como mandan “los amos de mi tierra”, son los del NO, los del “No por el No”, y, actuando con una gran irresponsabilidad y creando un gravísimo precedente, acaban de lograr retrasar la Nueva Romareda, el primer proyecto vinculado al 2008. Zaragoza quería mostrarse al mundo en 2008 con un estadio del siglo XXI, que tenía previsto albergar la celebración inaugural de la Exposición Internacional. Ahora, aunque el recurso del Ayuntamiento pueda hacer levantar la suspensión, probablemente van a perderse unos meses decisivos que impedirán que el calendario de ejecución pueda cumplirse y que el nuevo estadio sea inaugurado para la Expo.
Asistimos a un pulso entre la Derecha cavernaria que quiere paralizar la ciudad y la Izquierda que está apostando por modernizar Zaragoza. Así de simple. No hay más que ver la prensa de estos días para comprobar cómo discrepan los medios al informar de este asunto: mientras la prensa conservadora, Heraldo, titulaba su editorial del martes día 18 como “Gana Zaragoza”, la prensa progresista, El Periódico de Aragón, titulaba “La ciudad pierde”. En pocas decisiones municipales se ve un contraste tan claro de pareceres derecha/izquierda: ¿Por qué? ¿El gran debate de la ciudad es dónde se ubica un campo de fútbol? Sinceramente no. Lo que ocurre es que esta apuesta de CHA, respaldada por el PSOE, de, por un lado, impedir la especulación urbanística de quienes pretendían edificar mil pisos de lujo en La Romareda y trasladar el estadio a Valdespartera para revalorizar allí el suelo (proyecto de la anterior Corporación PP-PAR) y, por otro lado, construir un estadio moderno propio del siglo XXI en su ubicación de siempre, sin recurrir a edificar más pisos y sin que le costara ni un euro a la ciudad, representa de forma paradigmática el pulso entre dos formas de entender la política, la derecha contra la izquierda: la defensa del interés particular del cártel del ladrillo frente a la defensa del interés general de todos los zaragozanos. De eso trata todo este lío.
2 comentarios
Ángel -
Ellos solo piensan en un modelo rancio, que puedan controlar y que lucre a sus afines, imagina lo que sería adjudica el metro en lugar del tranvia. Eso son ellos, políticos de segunda que quieren una ciudad y un país de segunda.
Habremos de luCHAr duro, pero la razon triunfará.
Valentín -