José Antonio Labordeta: Creación, Compromiso, Memoria
Ayer fue una noche mágica, uno de esos días en las que se desbordan las sensaciones y en que la sensibilidad fluye como un torrente. Fue una tarde redonda, un derroche de arte y de genio en el Teatro Principal. Se hizo justicia al homenajear a José Antonio Labordeta, al Abuelo, a ese hombre que como se dijo en el escenario, es el aragonés más grande, más universal y más imprescindible del último medio siglo. Una figura colosal que se agranda, que cobra la dimensión merecida con un acto como el de ayer, con un público rendido, entregado al aplauso y al reconocimiento sincero de la figura de Labordeta.
Su poesía, su música, su literatura, su humor somarda y ese saber antológico. La cultura se reunió ayer en torno a su genio y su capacidad creativa, y le tributó un merecido y sentido aplauso. Carmen París, Rosana, Luis Pastor, Maria del Mar Bonet, Ruper Ordorika, Eduardo Paz y Joaquín Carbonell, cantaron algunas de esas canciones imprescindibles para todo un país. Pilar Bardem, Miguel Ríos, Ana Belen y Victor Manuel pusieron voz a su poesía. Deliciosa fue la tertulia con Gonzalo Borrás, Eloy Fernández Clemente, Emilio Gastón, Luis Alegre y Pilar Navarrete, todo ello conducido por Olga Viza. Insisto en ese caudal de emociones que ayer fluyeron por el Principal.
Lo dijeron también Vicente Pinilla y José Luis Borau. Allí se dieron cita todos, incluso algunos que estos años le han dado la espalda al "Abuelo". Dijo Eduardo Paz, que no se le ha hecho justicia por su militancia política, y eso es totalmente cierto, lamentablemente. Y pese a todo no se pasó de puntillas por su faceta política, porque solo Labordeta ha puesto Aragón en el mapa, en el hemiciclo, y solo él ha llevado la voz del interior al Congreso. Así lo contó Uxue Barcos, y algunos otros de los presentes.
Por cierto, que me quedo con la versión de la Albada de Carmen París, y con ese ritmo Afromaño de Luis Pastor, además de la Poesía del burro recitada por Emilio Gastón.
Recordaré siempre como un día especial e inolvidable, aquella tarde de mayo de 2007, cuando con mi hermano Daniel recogimos al abuelo en Zaragoza y marchamos camino de Alcorisa a un mitin de CHA. Aquel fue un viaje delicioso, una tarde que no olvidaremos, por su sinceridad, su cercanía y su afecto. Mereció la pena escucharle y hablar con él, y fue un orgullo para todos nosotros el sabernos acompañarnos por una persona de su talla.
Igual que Labordeta mereció ese homenaje, alguien tendrá que reconocer un día de estos y en su justa medida el trabajo del Rolde de Estudios Aragoneses, imprescindible y fundamental en la historia cultural aragonesa, y todo ello desde abajo, por y para el país, sin el respaldo institucional del que gozan otros. Ahí también tendrá que ser reconocido y muy merecidamente el trabajo de Carlos Serrano, su gerente, un hombre sencillo, un historiador impecable, que pasa por ser el alma de ese sueño cultural, con su entrega, su sacrificio y su enorme bondad. Y que a nadie se le olvide que entre todas las bambalinas del escenario de ayer, estuvo Carlos dando la cara.
2 comentarios
Ángel -
Saludos
javier aguirre -