NUNCA LLUEVE A GUSTO DE TODOS

Mi columna de LA COMARCA

 

Bien es sabido que nunca llueve a gusto de todos. A los especuladores y a algunas empresas se les han aguado los planes que tenían de futuro, por este lluvioso mes de mayo que ha dado al traste con sus sueños de Trasvase del Ebro. Después de hacernos conocer en los últimos meses todos los sinónimos del denostado palabrejo (transferencia, transmisión, cesión de caudales, aporte de excedentes y bla, bla, bla) llegan las anheladas lluvias y todo vuelve a la normalidad. Lo que hace dos meses no era trasvase ahora que resulta que sí, que lo es y gordo, y es que en este momento si que se pueden hacer informes jurídicos en contra y esas cosas (Para los duros de mollera esto tiene que tener sus efectos).

Pues es que las cosas son así, que nunca llueve a gusto de todos, pero siempre se legisla al gusto del legislador. El agua es y será un objeto de uso político, del mismo modo que lo ha sido el terrorismo o es la sacrosanta unidad de España. En función de quien sea el que mande, así será la gestión y así será la respuesta. De haberse sucedido estos acontecimientos hace un lustro, ya nos hubiésemos paseado con el kit del manifestante por la Puerta del Sol y el Paseo Independencia y tan contentos todos oiga. Pero ahora no toca. Se ve que en la política lo de menos es la coherencia, se trata de saber decir en cada momento lo que la gente quiere oír, por eso los incautos somos nosotros, pobrecicos que nos creemos cualquier media verdad que nos cuenten. Un servidor ya se veía con la mochila al hombro y la pancarta, subido al autobús de turno para ir de manifestación en manifestación cada fin de semana, como hacían los del PP estos años atrás; y es que con esto de que el Zaragoza se nos ha ido a segunda, algún aliciente le teníamos que buscar a los fines de semana. Pero resulta que va a ser que no, que no habrá movilizaciones, así que a ver si somos capaces de manifestarnos por la subida del gasoil al menos, aunque lo suyo sería que cada uno lo hiciese en su casa, que como para ir en coche de manifestación al precio que está el petróleo.