Sobre el Conflicto Vasco, Aralar, Aragón y otras cosas

Andamos todos muy preocupados por cuanto acontece en el conflicto vasco, por todo lo que se ha sucedido en las últimas fechas, y es que no cabe duda de que el problema se nos ha ido a todos de las manos, o mejor dicho, se les ha ido a ellos de las manos, a los violentos, a la banda de fascistas que dicen luchar por la libertad de su pueblo, sin acatar el veredicto de las urnas, sin aceptar las reglas de un juego democrático y queriendo imponer las suyas, en su escenario, para resolver su conflicto.

Eso que se sucede por un lado todos los días, cuando los violentos salen a contar las mismas tonterías, tiene un efecto reflejo en los otros intolerantes, las gentes del PP, cuyo compartamiento es tan vil, tan rastrero y tan reprochable como el de los otros, pues si a unos se les tacha de violentos, a los otros se les debe calificar de desleales, de irresponsables, de sectarios, de todo lo que se nos venga a la cabeza.

A todo esto, y en el escenario en el que nos movemos, además de la mesura y el saber estar de Josu Jon Imaz, alguien que recuerda a Ardanza, pero que dista del estereotipo Arzalluz-Ibarretxe-Eigibar, cabe confiar en Aralar, en una fuerza política valiente, dialogante, que defiende la independencia, que ocupa un espacio de izquierdas pero desde posicionamientos abiertamente democráticos. Por qué no se le da la oportunidad a Aralar de abrirse paso en este escenario, por qué se omite el decir que Aralar también representa a esos vascos que quieren su independencia, por qué esa marginación a una fuerza política que podría abanderar una parte del proceso? La verdad, no lo entiendo, en cualquier caso serán las próximas fechas las que determinen el rumbo de los acontecimientos.

 Por otro lado hoy Labordeta se reunía con Rubalcaba, y le iba a expresar la preocupación de las gentes aragonesas, porque nuestros pasos fronterizos, tercermundistas ellos, olvidados, que nos aislan ante el resto de Europa, por el manifiesto desinterés de las autoridades españolas y francesas, que sirven de paso a los terroristas, a quienes se adentran en España cargados de explosivos por el débil flanco aragonés. Recuerdo a los guardias de Sallent, a estos últimos bárbaros de Barajas que cruzaron por el Portalet, y Aragón como siempre en medio, olvidados, con un presidente callado, demasiado prudente. Y de nuevo nosotros en medio, que bien podremos hablar los aragoneses sobre el conflicto vasco, por lo menos en la seguridad, que es lo que nos afecta. Suerte de Labordeta, de su voz, por mucho que otros digan y critiquen, suerte que tenemos la posibilidad de hablar en Madrid, otros que pueden hablar, solo ladran, y algunos muerden. Eso es lo que nos diferencia, como pueblo y como idea, eso nos hace distintos.